Los concejales del PP abandonaron el salón de plenos justo antes de iniciarse la sesión.Fotos: MARCO TORRES
MAITE ALVITE
La última sesión plenaria de 2006 del Ayuntamiento de Eivissa, la primera que se convocaba en Can Botino, se celebró ayer sin la presencia de la oposición. Los concejales del PP decidieron abandonar el recién estrenado salón de plenos argumentando que «la legislación vigente establece que los plenos deben celebrarse en la casa consistorial, que sigue siendo la de Plaza de España número 1 y no Can Botino». «El alcalde no puede cambiar la sede donde celebrar la sesión sin la tramitación administrativa necesaria», advirtió la portavoz de los populares, Virtudes Marí, lamentando «el caciquismo y la falta de respeto de Tarrés hacia el Ayuntamiento» en un tema que debería «haber consensuado o al menos comunicado a la oposición». Marí insistió en que el PP «no asistirá a las sesiones plenarias en esta sala hasta que se legalice la situación». Antes de ausentarse, aclaró que el PP no impugnará los acuerdos adoptados en la sesión de ayer para no retrasar «asuntos importantes como la reforma de la avenida 8 d'Agost».
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