El Ayuntamiento de Formentera presentó ayer las mejoras de seguridad y señalización de tres puntos negros de la red viaria de Formentera.

La actuación más esperada era la colocación de quitamiedos o vallas protectoras en la curva de la carretera a Cala Saona, que este año se ha cobrado dos víctimas mortales, ambos turistas en motocicleta, y varios heridos de diversa consideración.

En el segundo punto negro, en ses Bardetes a la afuera de la localidad de Sant Francesc donde existe un puente para acceder a la carretera de Es Cap que carecía de perfil, se han colocado vallas protectoras para que los vehículos no acaben en el torrente como ha sucedido en varias ocasiones.

El tercer punto solventado por el Ayuntamiento de Formentera es la carretera que va al faro de Cap Barbaria. En este caso se trata de una curva muy cerrada a la que también se le han colocado quitamiedos.

El alcalde de Formentera, Isidor Torres, precisó que las fijaciones verticales «no son del tipo guillotina metálicas, sino que las sujeciones están protegidas por plástico y caucho, además los extremos se hunden en el suelo en lugar de estar a media altura».

También se ha instalado señales verticales anunciando las curvas peligrosas y las correspondientes para que los usuarios reduzcan la velocidad al llegar a ella.

El coste total de estas mejoras de penalización ha sido de 13.000 euros sufragados íntegramente por el Consistorio de Formentera.

La instalación de las vallas protectoras se realizó a lo largo de la semana aunque no fue hasta ayer cuando el Ayuntamiento de Formentera lo presentó.