Con esta nueva desaladora y la aportación de los caudales producidos en esta misma planta, no sólo se podrá garantizar el suministro con agua de elevada calidad a los más de 18.00 habitantes, lo que se traducirá en unos 50.000 clientes, que residen durante todo el año en Eivissa, «sino a los más de dos millones de turistas que habitualmente la visitan la isla durante los meses de verano».
El proyecto, adjudicado por el Ministerio de Medio Ambiente, contempla el diseño, la construcción, la explotación y la financiación de la planta y las instalaciones anexas. Para ello, se prevé incorporar la tecnología de 'osmosis inversa' para la desalación de agua de mar y se han tenido en cuenta las tecnologías de última generación destinadas a reducir el consumo energético y contribuir al desarrollo sostenible.
Además de las obras iniciadas en Santa Eulària, tanto Aqualia como SPA se encuentran también trabajando en la ampliación de la desaladora de Sant Antoni, ya que disponen de una amplia «experiencia y está capacitada para ofrecer un servicio integral, desde el momento en que aparece una necesidad de tratamiento hasta la puesta en marcha de cada planta», según el comunicado remitido por las empresas.
Además, el documento destaca la «importante implantación» de Aqualia en Balears, al estar presente en todos los municipios de las Pitiüses así como la experiencia «muy consolidada» en la explotación y mantenimiento de las plantas depuradoras y en las estaciones de tratamiento de agua potable.
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