Marià Marí, Joan Carles Palerm y Neus Prats, durante la rueda de prensa de ayer. Foto: MARCO TORRES

BEA ROSELLÓ

Los hechos se remontan a mayo de 2004 cuando varias sociedades del Grupo Matutes vendieron a la inmobiliaria Realia Business, de la que son accionistas FCC y Caja Madrid, terrenos ubicados en ses Variades, en Sant Antoni, calificados en ese momento como suelo rústico. En el contrato de compra venta de la operación aparece una premisa en la que se señala que cabe la posibilidad de anular el contrato si no se da luz verde definitiva al PTI antes de tres años desde el momento de la firma del contrato.

Un portavoz oficial del Grupo Matutes señaló que esta denuncia es una «falsedad» ya que, según afirma, los terrenos son «urbanos desde los años 50» y destacó que están situados en una zona rodeada de edificios: «La prueba es que tienen la contribución urbana de los terrenos, (recibo remitido a este periódico) que se paga desde los finales de los años 50, lo que les desmonta toda la denuncia que hacen». A pesar de esto, el GEN indicó que los terrenos eran rústicos desde 1999, según los documentos que manejan. Por otro lado, desde las empresas Matutes se resalta que ya en los años 80 se hicieron las cesiones gratuitas al Ayuntamiento para construir un colegio, un instituto y unas instalaciones deportivas, «hecho que demuestra que estos terrenos son urbanos de toda la vida».

El GEN también resalta que ambas partes pactan en el mismo contrato, mediante una condición resolutoria, una edificabilidad de residencia libre de 40.000 m como mínimo, que deberá contemplarse en el planteamiento municipal para esta área. Esta condición, según el GEN, supone que la zona deberá quedar exenta del cumplimiento de la normativa que regula y limita la edificabilidad y el aprovechamiento en las zonas afectadas por el Plan de Ordenación de la Oferta Turística (POOT) así como lo dispuesto en la Ley de Directrices de Ordenación Territorial autonómica en relación a la densidad media de habitantes por hectárea. La redacción del PTI coincide «plenamente» con todas las premisas pactadas en el contrato de compara-venta entre las empresas Matutes y Realia Business.