Acrobacias, luces y música envuelven con magia el escenario. Sobre él seis artistas de circo: Johny Torres, Pierre Le gouallec, Anahlou Serre, Armando Rabanera, Jordi Gaspar y Fabrizio Giannini, llegados de Cataluña, La Rioja, Francia e Italia que dan vida a un espectáculo de acrobacia coral con construcciones de equilibrios estáticos, rueda alemana y variados juegos de malabares.

Profesionales que cuentan tras sus espaldas con una larga trayectoria en otras compañías, expertos en el arte circense de cuya unión dio como resultado el 'Circo de la sombra' que tiene por director a Titoune de Cirque Trottola. Un proyecto en el que se embarcaron el pasado mes de marzo en Madrid y que en tan sólo un año se perfila como una de las compañías con más futuro del panorama actual, habiendo recorrido Suiza, la región de Poitou Charentes en Francia y diversas ciudades de la geografía española.

Asimismo, el Recinto Ferial de Eivissa también acogió ayer, durante la celebración de los Premis de l'Esport, un pequeño puzzle con partes de un espectáculo en cuya puesta en escena han huido de los decorados recargados para centrarse en historias normales en las que, por momentos, surgen las acrobacias.

En este sentido, los acróbatas presentaron una fusión del circo tradicional y contemporáneo con el objetivo de acercar este arte al público. «Queremos que la gente recupere las ganas de vernos ofreciendo un espectáculo inspirado en los circos modernos de 1800», explica Johny Torres, quien lleva desde los 13 años inmerso en el mundo del teatro, el mimo y la pantomima. Todo un veterano que define el circo como «el arte de la síntesis, una mezcla de música, teatro y danza que componen un arte ancestral».

No obstante, tras el escenario cuando la música cesa y se apagan las luces se esconden vivencias pertenecientes a una vida nómada dedicada por entera a este arte escénico.

«A este mundo tienes que estar enganchado porque requiere de mucha voluntad y gustarte la vida en caravana. Yo empecé con tan sólo 15 años», asegura Anahlou Serre. Su compañero Armando añade: «Este mundo, también, te aporta valores como la convivencia, la tolerancia y, al viajar tanto, el conocimiento de otras culturas».

En definitiva , un arte que está sumido en un punto de inflexión y que parece que cada vez cuenta con más adeptos. «El circo está sufriendo una importante expansión promovida, sobre todo, por el gobierno francés donde éste siempre ha tenido una enorme tradición», comentan Pierre Le gouallec y Johny Torres.

Irene Luján