Los escolares tuvieron la oportunidad de tocar, oler y escuchar de primera mano a los diferentes animales que alberga la feria.

El centro artesanal Can Caus acogió ayer a 22 colegios pitiusos. En total, 1.200 escolares de Eivissa y Formentera que cambiaron los libros y los pupitres del colegio por una jornada en compañía de los más variados animales de granja. Un contacto directo con el campo y con todo un ámbito con el que muchos de ellos no se habían relacionado anteriormente. «Este primer día lo hemos destinado a los escolares, cosa que llevamos haciendo durante tres años, para intentar recuperar los eventos relacionados con el campo ya que, muchos de ellos, no tienen oportunidad de conocer», explicó el coordinador, Juan Luis Ferrà, quien aseguró que la apuesta en esta 8ª edición ha sido la compraventa de animales vivos. «Este año contamos con una cantidad de animales muy superior a años anteriores porque queremos que tenga más sensación de mercado y así impulsar la compraventa de animales bien sea gallinas, cabras o caballos» y añadió: «De hecho, este año prácticamente todos los animales expuestos están a la venta». Por su parte, las profesoras de los centros se mostraron muy contentas con la iniciativa. «Me parece motivador porque los niños no ven algo tan normal como son los animales y cuando llegan, se sorprenden de que sean de verdad», dijo la profesora de Can Coix, Maribel.

El año pasado aproximadamente 30.000 personas recorrieron los diferentes expositores de la feria a lo largo de todo un fin de semana, cifra que según los organizadores sería considerada «muy positiva» si se volviera a repetir en la presente edición. Con este objetivo se ha invitado, también, a los centros de la tercera edad, por lo que no sería de extrañar que se superara esta cifra.

Caballos, vacas, gallinas, cerdos y una exposición de más de 120 canarios de color, exóticos y de canto de la Asociación de Ornitología Deportiva de Eivissa y Formentera son algunos de los atractivos de una feria en la que, sobre todo, se ha querido potenciar los animales de razas autóctonas como la cabra o la oveja eivissenca. Unas razas rústicas adaptadas perfectamente a la geografía ibicenca y, por ello, muy apreciadas en el mundo rural.

A parte de esto, la ganadería se ha ligado con la artesanía y con la maquinaria agrícola ofreciendo al visitante un gran gama de tractores y otra maquinaria agrícola, así como diferentes expositores con productos artesanales de la tierra como quesos, mallorquina, miel y los tradicionales mantones y espardenyes.

Por otra parte, hoy se ofrecerá a los visitantes una exhibición de tir amb bassetja y del tradicionaball pagès. Además, expertos en la doma de caballos realizarán una muestra de todo este arte. «Queremos que sea como una representación de la antigua fiesta de campo de fin de semana», comenta Juan Luis Ferrà. Al acto también asistieron el alcalde de Santa Eulària, Vicente Guasch y el presidente, Pere Palau quien valoró la feria como una de las más consolidadas en las Pitiüses: «Es de las ferias que más éxito tiene a nivel de asistencia y personal de todas las edades, como hoy que los niños tienen la oportunidad de conocer algo tan importante como nuestra agricultura y al tiempo que se beneficia a los ganaderos y artesanos».

Los 20.000 metros de exposición con los que cuenta la feria se cerrarán mañana. Irene Luján

Como novedad este año la feria cuenta con un expositor que propone a los visitantes un exquisito y dulce sucedáneo del chocolate realizado, curiosamente, a base de algarrobas. Sus inventores, Ricardo y Mercedes González, ofrecen a partir de un producto que se considera exclusivo para los animales, como es la algarroba, un sano y dulce bizcocho al que también se le añaden almendras, nueces, pasas y pipas de girasol, entre otros frutos secos. «La algarroba tiene muchas vitaminas y menos azúcar que el chocolate, por lo que es bueno para todos, además, posee efecto laxante, así que deberíamos llevarlo a flote a nivel de consumo», explicó Ricardo.