J uan Tur es el propietario de la tienda de discos Ibiza Delta Discos pero, además, el empresario tiene una afición muy particular que lo convierte en el poseedor de una de las más grandes colecciones de zapatillas de deporte que existen, concretamente alberga en su casa 794 pares de deportivas. Con cámara de aire, de bota, inspiradas en super héroes, para patinadores, con diseños que rompen moldes... cada zapatilla es diferente del resto y su marcada exclusividad hace que el precio de cada par oscile entre los 250 y los 750 euros.

Casi todos los ejemplares pertenecen a la edición japonesa Quick Strike de la marca Nike que tan sólo exporta a España 20 ó 30 pares de cada modelo. Otra de las marcas que abundan en su colección es la también japonesa, Bathing Ape, tan sólo a la venta en Tokio, Londres y Nueva York, lo que hace que Juan aproveche sus viajes al extranjero para ir incrementando su ya numerosa colección.

En este sentido, Juan posee unas zapatillas únicas en el mundo ya que con motivo de uno de sus viajes a la ciudad de los rascacielos hizo que un graffitero profesional le customizara con el logo de su local uno de sus pares. Sin embargo, las auténticas estrellas son las Jordan 1 de Nike cuyo modelo original de 1984 alcanzan en Internet los 3.000 euros. «El modelo Jordan 1 lo adquirí a través de la página de subastas Ibei en la que venden zapatillas únicas y prácticamente nuevas», explica Juan que lleva aproximadamente 40 millones invertidos en su colección.

Por ello, cada zapatilla es única y posee una historia, la más curiosa es la que porta el modelo Adidas Run DMC diseñado en exclusiva para los componentes del grupo de Hip Hop americano Run DMC y que se sacaron a la venta de forma muy limitada cuando el rapero Jam Master Jay se suicidó en 2002, por lo que vienen acompañadas de la carta de despedida que el artista escribió a sus padres.

Su afición nació hace 16 años: «Empecé a coleccionar zapatillas cuando mi pie dejó de crecer», asegura con ironía.

Esta pasión es tan grande que le ha llevado incluso a coleccionar 80 miniaturas de zapatos que regalaban con unos refrescos en Japón, país donde este objeto se ha convertido en una parte fundamental del vestuario diario. Juan intenta que sus sobrinos, Lucía de 2 años y David de 4, hereden también esta afición. De hecho, entre los dos pequeños ya cuentan con 160 pares.

Irene Luján