El aparcamiento anexo a la iglesia de Jesús albergó ayer por la tarde dos concursos de belleza canina en busca del podenco más bonito.

Una tarde completa para celebrar no sólo la XXIII exposición nacional monográfica del podenco ibicenco, la primera que tiene lugar en la isla, sino también para llevar a cabo la VI exposición del ca eivissenc organizada por la asociación local de criadores.

En las variedades de pelo corto y pelo duro se dieron cita 46 podencos que debieron demostrar su belleza canina al ser examinados por el jurado.

A las 16,30 horas comenzó la monográfica de la Real Sociedad Canina Española organizada por la Asociación Española para el Fomento de la Raza del Podenco Ibicenco, cuyo presidente, Jaime Veral, con 30 años de experiencia en este tipo de observaciones, ofició de jurado. «Para elegir al más bello lo que se buscar es que se acerque al estándar establecido por la Federación Canina Interancional sobre esta raza. En definitiva lo que se busca es el ca que esté morfológicamente mejor dotado». Para ello, en esta prueba, que contó con la competición de 28 de los 46 podencos presentados, primero se hacía un pequeño desfile canino y después una observación de cerca y al detalle por parte del jurado sin olvidar una rápida revisión de dientes.