El Mercat Vell de Eivissa reúne desde hace muchísimo tiempo numerosos comerciantes de frutas y verduras. Este mercado está abierto en invierno y en verano. Durante la época estival, el horario de apertura comienza a las ocho de la mañana hasta las 20 horas, aproximadamente, aunque la hora de cierre varía en función de la gente que haya pues, en ocasiones, el cierre se produce a partir de las 21. Los visitantes de este mercado son turistas y residentes, aunque éstos últimos tienen una presencia casi absoluta en invierno debido a la escasez de turismo en esas fechas. La balanza de visitas se equilibra, en cambio, durante los principales meses de verano. En estos meses son muchos los turistas que se acercan a los puestos del Mercat con la intención de comprar fruta y verdura frescas pero, sobre todo, buscan las que proceden de los campos ibicencos. «Lo que más vendemos al turista son productos de la isla», afirma Pepita, que está al frente del negocio familiar desde hace 20 años. Las frutas de temporada son las más vendidas este verano porque tienen un alto contenido de agua y resultan muy refrescantes. Así, las principales ventas de Pepita giran en torno a la fruta. «Lo que más sale son las frutas de temporada: cerezas, nectarinas, melocotones, sandía y melón, por ejemplo», asegura esta mujer. A pesar de recibir la visita de muchos turistas, la mayoría de los comerciantes están de acuerdo en afirmar que el cliente residente, ya sea particular o dueño de algún establecimiento, es el que genera un mayor volumen de beneficio pues compra grandes cantidades. «Los turistas cogen lo que les apetece, un poquito de aquí y un poquito de allí, sin mirar mucho los precios», dice María Antonia, que dirige un puesto en el Mercat desde hace ocho años. «La gente de aquí hace la compra para la semana y mira un poco más los precios», explica Susana desde su puesto de verdura y fruta ecológica.

En el Mercat, los productos que proceden del campo ibicenco son los más baratos. Así, por ejemplo, en el puesto de Pepita el kilo de sandía cuesta 59 céntimos de euro y el kilo de nectarinas ibicencas vale 2,50 euros. Sin embargo, la fruta y verdura que provienen de fuera es más cara pues se debe costear el transporte. El puesto de agricultura ecológica ofrece una amplia gama de frutas y verduras ecológicas, desde tomates, zanahorias, berenjenas hasta aguacates y mangos. Los precios de los productos ecológicos no son tan caros como la gente piensa. Se pueden equiparar a los del mercado convencional ya que el kilo de berenjenas cuesta en el puesto de Susana 1,30 y el de pimientos 1,50 euros. María José Real