Los arrastreros alicantinos llegaron a un acuerdo con la flota artesanal de Formentera, cuyos aparejos no han sufrido daños en esta campaña.

GUILLERMO ROMANÍ
La campaña de pesca del atún rojo en aguas de Balears ha finalizado este año, por lo que a la flota artesanal de Formentera se refiere, sin daños ocasionados por los remolcadores de jaulas en las que se mantienen vivas las capturas para su traslado a las granjas de engorde murcianas y andaluzas.

El patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Formentera, Josep Juan Torres, confirmó que no se habían producido rotura de redes ni pérdidas de boyas durante la presente campaña del atún rojo. Un hecho que «no sucedía desde 2003 ya que en los últimos siete u ocho años siempre ha habido problemas bien con la Armada a causa de maniobras navales, bien con los remolcadores de las jaulas para atunes», explicó el patrón mayor.

La campaña apenas se ha notado en Formentera y los atuneros han fondeado en contadas ocasiones en la zona de es Cavall den Borras, en las inmediaciones de Illetes, y ello se debe a dos razones, que las migraciones de este año se han realizado más al sur, en la costa norte de Africa y sobre todo, según Juan Torres porque «cada vez hay menos atunes». Por esta situación, el patrón mayor considera imprescindible «una parada biológica de al menos cinco años para que la especie se recupere pues de lo contrario dentro de poco no habrá atunes».

A ello se une la circunstancia que cada año son más los países y con más barcos, los que se dedican a la captura del atún rojo cuyo destino final es el mismo, previo paso por las granjas de engorde en la costa de Murcia o Argel, acaban en la lonja de Tokio donde es un manjar muy apreciado y del que se obtienen beneficios exorbitantes. Para el patrón mayor de los pescadores de Formentera «los atuneros ya comienzan a estar preocupados porque las capturas se están reduciendo» por culpa de la sobreexplotación y del aumento de la flota. «Está claro que cada vez hay menos ejemplares pero siguen esquilmando a toda velocidad y mientras quede un solo atún, no pararán», afirmó Josep Juan Torres.