Cuadros en los escaparates de farmacias y souvenirs, instalaciones de arte en tiendas de complementos y pequeñas exposiciones de pinturas en joyerías y bares. La Marina se ha convertido esta semana en un museo al aire libre en el que no sólo las calles rezuman arte, también los comercios y bares aportan su granito de arena a la Mostra Creativitat.

Casi una veintena de negocios colaboran en esta iniciativa, que ha sido muy bien acogida por los comerciantes. «Es importante que se hagan cosas en esta zona, porque, si no, esta parte antigua se queda sin vida y estos barrios, que son un gran atractivo turístico, deben estar cuidados al máximo», explica Elena Alberdi, de la tienda Habanico's, que exhibe en uno de sus escaparates una instalación de Pepe Tauste, que simula el rostro de una mujer. «A la gente le gusta mucho e incluso han venido entendidos en la materia a los que les ha parecido muy bien», añade Alberdi.

También en la Joyería Pomar, donde muestran estos días una pequeña exposición de autores como David Aguilera, Joana Marí y Antoni Marí 'Tirurit', están muy satisfechos. «Viene mucha gente», asegura Elena Pomar, una de las propietarias, que especifica que sobre todo son los ibicencos los que se acercan. «Son personas que saben que estos días se celebra la muestra y está muy bien, porque igual es gente que nunca se pasea por el barrio y la muestra es una excusa para hacerlo».

También el pintor Mario Stafforini ha colgado sus cuadros en la cafetería Croissant Show. Al respecto, su dueño, Andrés Quidu, sólo puede pronunciar una palabra: «Excelente». «Muchos han venido porque le conocen y quiere ver sus cuadros», agrega este empresario.

«Si no se hubiese hecho la Mostra Creativitat probablemente ningún artista hubiera expuesto su obra en el escaparate de una tienda», explica el presidente de la Associació d'Artistes Visuals d'Eivissa i Formentera, Carles Guasch, que asegura que lo que perseguían era sacar el arte a la calle, «y lo hemos conseguido». C. Roig