MAITE ALVITE
Miles de personas se arremolinaron ayer en el entorno del Portal de ses Taules para despedir la séptima edición de la Feria Medieval con el espectáculo de clausura de los acróbatas 'Deambulants de Girona'. Un año más esta cita para conmemorar la declaración de Eivissa como Patrimonio de la Humanidad volvió a ser un éxito llegando a congregar a más de cien mil personas en tres días. El día de más afluencia fue probablemente ayer por la tarde. Según los datos aportados por el Ayuntamiento de Eivissa, que esperaba ayer que finalmente los visitantes llegaran a superar los 120.000, el viernes por la tarde, día de la inauguración, 18.000 personas pasaron por la feria. Al día siguiente se contabilizaron 41.000 personas, de las que 7.700 emplearon el servicio extraordinario de autobús habilitado por la administración municipal. El domingo las expectativas antes de que se cerrara la feria era que se superaran las 50.000 personas.

La acogida por parte de los visitantes fue muy positiva, aunque algunos echaban en falta más puestos y aseguraban que la celebración había sido mejor otros años. Los puestos con más éxito fueron los de comidas. A pesar de los precios más o menos altos, muchos aprovecharon la posibilidades que brinda la ubicación única de Dalt Vila para disfrutar por un día de la amplia y sabrosa oferta gastronómica con las magníficas vistas panorámicas que ofrecen el mirador del Ayuntamiento o el baluarte de Santa Llúcia. Entre los niños tuvo mucho éxito la exposición de animales de la plaza de sa Font y las espadas de madera que se vendían en cuatro puestos de artesanos del mercado. Otra de las ofertas que tuvo una gran acogida fue el taller de escritura gótica del Patio de Armas, en el Portal de ses Taules. En general, los comerciantes coincidieron en señalar que los resultados de las ventas han sido similares a los de años anteriores, aunque algunos afirmaron que «esta edición ha sido un poco más floja porque otros años el paso de gente era constante a todas horas y, sin embargo, en esta ocasión, sobre todo al mediodía, se veía menos afluencia de gente».

Las únicas incidencias reseñables en el transcurso de la celebración fueron una lipotimia y una esguince, según el Ayuntamiento. La Cruz Roja atendió también rozaduras y torceduras leves de algunos viandantes que se cayeron bajando de la Catedral.