Pilar Costa: «Me preocuparía si yo gustase al PP»

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Este es su primer Día de la Madre. ¿Qué tal?
-Contenta con la maternidad.
-¿Ser madre y dedicarse a la política es complicado?

-Creo que es igual de complicado que con otra profesión. Pero sí que te das cuenta de que acabas multiplicando el trabajo.

-Y en su caso compartir las tareas, ¿es una utopía o es real?

-En mi caso es real, afortunadamente. Y quiero pensar que cada vez se van compartiendo más. Aunque sí que es cierto que todavía no estamos en el estado ideal, en el que las mujeres no tengan este plus añadido cuando son madres.

-Su hijo ha estado un poco por todo, en manifestaciones, concentraciones, en el Parlament... Le saldrá 'rojo' seguro.

-(Risas). O al revés. A ver si sale todo lo contrario, contestatario a lo que son los padres, que esto a veces también pasa. Pero, en definitiva, que sea lo que quiera.

-¿Qué haría si le saliese de derechas?
-Me aguantaría, pero seguro que discutiríamos todo el día de política.

-¿Dónde se ve en las próximas elecciones?
-Uy, todavía no me veo. Sobre todo cuando en poco tiempo pueden cambiar tantas cosas. Mi responsabilidad ahora aquí es la oposición. Luego ya veremos.

-¿Y cómo se ve dentro de diez años?
-Ejerciendo de abogada. También me gustaría retomar las clases de Derecho que impartía en la Escuela de Turismo. El contacto con los alumnos era muy bonito. Lo añoro.

-¿Cuál ha sido su mejor momento político?
-Ha habido dos. Cuando ganamos las elecciones en 1996 al Senado, porque fue como un símbolo de que la izquierda podía ganar a la derecha en estas islas. El segundo fue cuando ganamos en el 99 al Consell. Por primera vez esta institución estuvo gobernada por la izquierda.

-¿Y el peor?
-Uno triste fue perder las elecciones en 2003. Y un momento difícil políticamente fue quedarnos en minoría en la anterior legislatura cuando gobernábamos. Fue duro.

-¿Usted es kale borroka?
-No. Se ha frivolizado tanto con el término... Me parece muy fuerte que se esté acusando a parte de la sociedad que se manifiesta pacíficamente en contra de unos proyectos; se les está tildando de violentos comparando la situación con la del País Vasco en un momento muy delicado. Incluso el PP lo ha llegado a comparar con la tragedia del 11-M. Hacer esto es de una gran irresponsabilidad. Insultos aparte, con esto no me tapan la boca. Ni con esto ni con otras cosas.

-Esta semana han derribado Ca na Palleva. ¿Cómo se sintió cuando vio las imágenes?

-Muy triste. El otro día viendo las imágenes que traían los periódicos en el bar me entraron muchas ganas de llorar. Al final subí al despacho para no hacer el numerito. Pero sinceramente, me han dado muchas ganas de llorar.

-¿Qué les diría a los que le tienen manía?
-Son adversarios políticos y están en su papel. Me preocuparía si yo gustase mucho al PP.

-¿Xico Tarrés o Roque López?
-Los dos son necesarios. Xico Tarrés como alcalde de Eivissa y Roque López tiene una cosa muy buena y es que escucha mucho a la gente y creo que esto en política es muy positivo.

-¿Eivissa tiene arreglo?
-Quiero pensar que sí, aunque lo digo un poco escéptica. El movimiento antiautopista es una luz de esperanza y demuestra que la gente no está dispuesta a que la pisen más. Aunque desgraciadamente el PP ha utilizado su mayoría política de una forma muy torticera para no contar con la opinión de la gente.

Claudia Roig