Existen más de 50.000 tortugas marinas en aguas de Balears, aunque la mitad intenta sobrevivir a los anzuelos que se utilizan en las artes de pesca, especialmente el palangre. El 30 por ciento aproximado de las tortugas que pican en alguno de estos anzuelos acaba muriendo, según explicó ayer el director general de Protección de Especies de la Conselleria balear de Medi Ambient, Antoni Gómez. Esta especie abunda en aguas del sur de Formentera, declaradas Lugar de Interés Comunitario (LIC), donde llega, tras un largo viaje de más de 8.000 kilómetros procedente de centroamérica, para alimentarse, sobre todo de medusas, su alimento predilecto. Estas tortugas tienen entre tres y cuatro años y pasan un año aproximadamente en aguas mediterráneas antes de regresar aparentemente a su origen, donde crían. Gómez presentó ayer en Eivissa el vídeo editado por la Conselleria de Medi Ambient sobre la tortuga marina en Balears, con una tirada especial de 600 copias, que se divulgará en los centros escolares de las islas a fin de que se pueda conocer más de cerca a esta especie, que desde 1979 vive bajo amenaza de extinción. «Queremos difundir el conocimiento sobre esta especie para que sea más apreciada», dijo Gómez.

El biólogo Manu San Félix y Joan Mayol, jefe de sección de Protección de Especies del Govern, han realizado el guión de este vídeo, de 20 minutos de duración. Mayol descartó que las tortugas nidifiquen en Formentera, tal como se ha rumoreado. Recordó, además, que antiguamente en Formentera se pescaban para comer su carne. E. R.