A Carmen le apasiona el 'ball pagès' y trabajar en el jardín de una casita que tiene en las afueras de Eivissa.

Cómo se puede enseñar sin haber bailado nunca?
- Eso también me lo pregunto yo. Y también les inicio en castanyoles. Todos mis alumnos han aprendido conmigo y tampoco sé tocarlas.

- Pues esto sí que es complicado...
-Aunque yo no haya tocado nunca sí que sé cómo tienen que sonar.

- ¿Por qué le gusta tanto eball pagès?
- Es que a mí me gusta mucho todo lo nuestro. Nuestras casas, nuestra lengua... Todo lo relacionado con nuestra cultura y aunque te guste todo te tienes que dedicar a una cosa específica. Me encanta, paso muchas horas a la semana con eball pagès, pero no me canso.

- Se suele decir que eball pagès es machista...
-Pienso que sí, que antiguamente sí que debía serlo. Pero los balladors también tienen deferencias, como arrodillarse ante la mujer. Sí que es un poco machista, pero es que nuestra cultura pienso que viene de estos países que son machistas. Y ésta es una de las cosas que nos ha quedado, de sumisión al hombre en el baile. La mujer sigue las indicaciones , pero quizás es también quién lo dirige con los círculos que describe.

- Usted lleva 25 años metida en el mundo del 'ball pagès', primero con una agrupación folclórica en Santa Gertrudis y ahora con la Colla de Sa Bodega. Esto ha dado pie a muchos viajes.

-Sí, entre las dos agrupaciones habremos hecho 50 viajes; sólo con la Colla de Sa Bodega ya pasamos de 30. El último fue a Shangai.

- Supongo que muchos se deben quedar alucinados con el ball pagès. ¿Qué es lo más curioso que les han dicho?

-Una vez que fuimos a Mérida el locutor se equivocó de cifra y dijo que llevábamos joyas por valor de 50 millones de pesetas. Todos se quedaron muy sorprendidos. Y luego el problema lo tuvimos al salir de allí sin medidas de seguridad porque el hombre se había pasado en unos cuantos millones. Hoy en día es complicado circular con estos valores. De hecho uno de los problemas que tenemos es cómo guardamos las joyas a la hora de viajar; necesitamos cajas fuertes y medidas de seguridad. Hay que pensar que un buen conjunto, con anillos y todo, cuesta 18.000 euros. Aunque pocas veces se han dado casos de robo.

- ¿Actualmente se cuida suficientemente bien la cultura popular?

-Desde que existe la agrupación de colles se trabaja bastante, porque tenemos ayudas de los ayuntamientos, del Consell y del Govern. Pienso que se están cuidando como nunca. De hecho estos días se están celebrando las Jornades de Cultura Popular en Puig d'en Valls. Sa Nostra también organiza un curso y muchos grupos hacen cosas relacionados con la cultura en la medida de sus posibilidades. Ahora se cuida como nunca. Quizás antes no había la unión que había ahora, ni los medios.

- Usted también pasó por la política.
- Fui la primera mujer concejal en el Ayuntamiento de Santa Eulària, donde estuve cuatro años, y también fui la primera de Sant Joan, donde estuve 12. Casi siempre estuve en la oposición, con el Partido Liberal; sólo estuve cuatro años, con responsabilidad de gobierno en Sant Joan, en la concejalía de Cultura.

-¿Y qué tal este paso?
-Bien.
- ¿Nada más?
- Tan sólo bien.
-Usted también ha sido maestra. ¿Los chicos son más revoltosos ahora?

- Desde que comencé a dar clase, hace 45 años, hasta ahora ha cambiado mucho, sobre todo el ambiente familiar. Antes era muy restrictivo y ahora es demasiado permisivo.

- Usted es soltera, ¿es el mejor estado?
- Para mí es muy bueno. Tampoco he conocido otro. C. Roig