La Cofradía del Santo Cristo Yacente, que cuenta actualmente con 200 miembros, lucirá este año una urna completamente renovada. Los trabajos han costado 10.000 euros y los ha realizado el resataurador José María Velasco. Esta pieza, que fue tallada en pino en los años 40, no había sido rehabilitada nunca en profundidad. «Hace seis o siete años se le puso pan de oro, pero no se arregló como ahora», explicó ayer el presidente de la cofradía, Antoni Torres. La restauración no estuvo exenta de dificultades, ya que la urna tuvo que trasladarse desde la Catedral hasta un taller de Santa Gertrudis. «Se tuvo que bajar en una procesión improvisada con algunos miembros de la cofradía y sus hijos por los túneles del Soto, dado que las obras de empedrado de Dalt Vila no permitían subir vehículos a la Catedral», reza la reseña del restaurador, que utilizó oro fino de 21 quilates idéntico al original, en concreto 1.960 hojas de 8x8 centímetros. Mañana el obispo bendecirá la urna restaurada, que los cofrades portarán en la procesión de Viernes Santo, ya que para la del martes sólo saldrán con el Santo Cristo. El presidente de esta cofradía recalca que en ella participa gente de todas las edades y recuerda que antiguamente la Dolorosa y la del Cristo Yacente eran la misma. «En la primera iban los solteros y en la segunda los casados». C. R.