Los alumnos del taller de informática con Samuel García, que les enseña cómo enviar una fotografía que previamente han hecho.

Paco tiene 40 años y nunca había tocado el ordenador. «En casa tengo el del niño, pero no sabía utilizarlo», explica este empleado de mantenimiento, que ahora se ha animado a perderle el miedo a la informática gracias a un curso del Telecentre de Sant Joan. Este espacio, subvencionado por el consistorio y el Grupo Leader -ayudas europeas-, ofrece periódicamente diferentes talleres gratuitos para que los vecinos del municipio se introduzcan en la informática. Esta semana ha terminado uno de cuatro semanas en el que, aparte de Paco, han participado varias decenas de habitantes del municipio que apenas sabían cómo funcionaba un ratón. Es el caso de Rafael, un pintor de brocha gorda de Sant Miquel, que hasta hace unas semanas se declaraba «analfabeto informático» y que ahora está muy contento con los avances que ha hecho. «No quería estar fuera de este mundo», subraya. Cati, de 47 años, y Antonia, de 46, también están muy satisfechas. Ambas habían trabajado con ordenadores, aunque una de ellas sólo con Linux. «Sobre todo lo que hemos aprendido es que no pasa nada si tocamos el ordenador, porque no se rompe».

Los encargados de impartir este taller, Antoni Rogel y Samuel García, les han enseñado a hacer carpetas, a guardar documentos y a navegar por internet. En la última clase han aprendido a hacerse fotos con una cámara digital, a retocarlas y enviarlas por correo. «Es un ejercicio divertido, con el que se ríen mucho», explica el gestor del Telecentre, Antoni Rogel, que asegura que sobre todo se les enseña a perder el miedo. «Algunos cuando vinieron no sabían ni cómo se encendía un ordenador», recalca. Próximamente comenzarán cursos de 30 horas de Word, internet, Iniciación al sistema XP y creación ymantenimiento de páginas web. También tienen previsto hacer talleres más cortos, de seis horas, de imagen digital y retoque fotográfico.

El Telecentre consta de 13 ordenadores, equipados con las últimas tecnologías y es totalmente gratuito. No se trata de un ciber-café, sino de un lugar en el que los vecinos de zonas rurales pueden comenzar a introducirse en la informática. «En Asturias se utiliza mucho, hay más de 90», explica Rogel. También está pensado para estudiantes que tengan que hacer trabajos o para que pequeños empresarios de la zona tengan acceso a la informática. Hace poco se inauguró uno en Formentera y está previsto que se hagan varios más en Eivissa.C. Roig