La consellera balear d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, y el diputado ibicenco de Esquerra Unida (EU) Miquel Ramon se acusaron mutuamente ayer en el Parlament balear de actuar en las obras de las autovías de la isla como en Marbella. «Esto ya es Marbella. Empiecen a respetar un poco la legalidad en este proceso expropiatorio», defendió ayer Ramon tras preguntar a la consellera si la Conselleria d'Obres Públiques tenía previsto solicitar a partir de ahora autorizaciones judiciales para ocupar las fincas donde existan viviendas.

La consellera rechazó que les acusasen de actuar como en Marbella manifestando que se trata de «un intento de desviar la atención» y alegando que en realidad son ellos (la izquierda) los que actúan como tales al «no acatar las resoluciones judiciales», algo, que añadió, «desde la Conselleria d'Obres Públiques siempre se ha hecho y se hará».

Cabrer justificó sus declaraciones asegurando que «cuando se han levantado actas de suspensión éstas han sido respetadas, y que en el caso contrario no ha sido así».«En vez de recurrir las resoluciones judiciales, como hace el Govern balear, se dedican a paralizar las obras». La consellera rechazó rotundamente las acusaciones de ilegalidad emitidas por Ramón, quien afirmó «que las actas previas de ocupación se han hecho de manera irregular», apuntando que en los Juzgados de Eivissa ya se ha imputado a un edil de Sant Josep y a un funcionario de la Conselleria por un supuesto delito de falsedad documental. La consellera pidió a Ramon que respete las resoluciones judiciales permitiendo la entrada de las máquinas en Ca na Palleva sin que sea necesaria la presencia de la Guardia Civil. «Está en sus manos que los okupas se retiren», dijo, al tiempo que insistió en que las fuerzas del orden deben dedicarse a «otros delitos más importantes y a garantizar la seguridad ciudadana».