En contra de lo que hace ERC en la Generalitat, los partidos políticos de Balears no obligan a pagar cuotas a los altos cargos sin carnet, pero en algunos casos las formaciones políticas se quedan con más del 30 por ciento de los ingresos de los políticos. Esquerra Unida es, con diferencia, el partido político que más dinero cobra a sus altos cargos. Miquel Rosselló, portavoz del grupo parlamentario, tiene un sueldo que ronda mensualmente los 3.000 euros, pero 1.290 euros se van al partido. Es decir, más del 30 por ciento del sueldo se va al partido político. Miquel Ramón, el otro diputado de Esquerra Unida, abona a su partido una cantidad similar. En EU no existe una cuota fija por alto cargo, sino que varía en función del sueldo. «Cada caso es distinto», explica Rosselló.

En el PP la parte del sueldo que se queda el partido de los altos cargos es mucho menor. A más altos cargos, menor es la aportación a las formaciones políticas. Y esta máxima se cumple en el caso del PP. Matas y sus consellers aportan a las arcas del partido 120 euros mensuales, un porcentaje ínfimo si se tiene en cuenta que los consellers ingresan unos 3.000 euros netos al mes y las correspondientes dietas del Parlament. En el caso de los directores generales, jefes de gabinetes y secretarios técnicos, la aportación es de 90 euros al mes. Los altos cargos que no están afiliados al PP no tienen ninguna obligación de pagar esta cuota, una situación que ha provocado malestar entre los que sí pagan cada mes una parte de su sueldo al partido. Los diputados con dedicación exclusiva también abonan unos 120 euros al PP.

En el caso el PSOE, la aportación por diputado es de unos 200 euros mensuales. Algunos parlamentarios abonan su cuota cada tres meses y todos pagan lo mismo. La mayoría de los diputados cobra al mes más de 2.500 euros mensuales. En el PSM, el partido se queda el 10 por ciento del sueldo de los altos cargos, aunque hay excepciones. Por ejemplo, se tiene en cuenta qué recibían los altos cargos antes de entrar en política. Pere Sampol, portavoz del grupo parlamentario, abona cada mes 250 euros al PSM, el equivalente al 10 por ciento de su sueldo del Parlament.