Precisamente, la carretera de Santa Eulària, hasta el cruce de Sant Joan, es la tercera vía más transitada de las Pitiüses con una densidad media de 22.635 vehículos al día, y de 14.370 diarios desde allí hasta la Villa des Riu. Los técnicos recomiendan el desdoblamiento de una carretera cuando se rebasa la presión de 10.000 vehículos al día. La carretera del aeropuerto soporta un tráfico de 27.000 vehículos al día, mientras que la de Sant Antoni es de 19.964.

El PTI estima necesario, tal como dice el artículo 51 de Infraestructuras viarias, «mejorar la conexión de las tres áreas funcionales básicas de la isla [Eivissa, Sant Antoni y Santa Eulària] y de éstas con el aeropuerto, definiendo desdoblamientos cuando la densidad de tráfico lo exija».

El presidente del Consell ofreció ayer una rueda de prensa para valorar el acuerdo alcanzado en Madrid para la firma de un nuevo convenio de carreteras por valor de 68,8 millones de euros. Palau dejó claro que en el listado de proyectos no se contempla ni una sola obra de desdoblamiento, sino de ampliación de los dos carriles, en los casos en los que sea necesario, para que tengan 3,5 metros, y la incorporación de arcenes de 1,5 metros, siguiendo el mismo modelo de las obras que se están ejecutando actualmente en la carretera que une Sant Rafel con Santa Eulària.

El presidente resaltó que, a pesar de que este convenio tendrá vigencia hasta 2020 para su total ejecución, «espera que a lo largo de los próximos años se pueda renegociar para conseguir el total de las mejoras». El Consell presentó ante el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, un listado de proyectos presupuestado en 190 millones, aunque finalmente sólo obtendrá 68,8 millones, algo que, de todos modos, Palau considera «positivo». «Más vale esto que nada», subrayó el presidente.