El Consell dio a conocer ayer la memoria del servicio de prevención y formación de inserción laboral de 2005, cuyas actividades se centralizan a través del Centro de Orientación, Formación e Inserción Sociolaboral (Cofisol). El año pasado, que atendió a 633 usuarios, fue el primero que este centro atendió a población general con un servicio de orientación, ya que el año anterior su actividad se dirigía a colectivos específicos.

El jefe de sección de prevención, formación e inserción sociolaboral, Alberto Villar, destacó que la formación ha ido encaminada en un porcentaje elevado a personas en activo. En el apartado de formación se han realizado 28 cursos con un total de 1.688 horas de formación profesional y la participación de 372 alumnos, de los que el 71% han sido para personas en activo. El 67% han sido son mujeres. De los 372 alumnos que iniciaron alguna de las acciones formativas ofertadas, 309 acabaron sus estudios y 302 aprobaron las materias de los cursos.

La formación de estos cursos, que se imparten en los municipios, abarcan materias como el diseño de páginas web, masaje corporal o iniciación a nuevas tecnologías. De este modo, el Consell «da respuesta» a las peticiones formuladas de cada uno de los ayuntamientos que consideran las iniciativas de formación que pueden tener más salida en cada municipio. Los alumnos, al finalizar los cursos, participan en el desarrollo de estadísticas de evaluación que reflejan el grado de interés en estas actividades. «El 72% de los alumnos nos han dicho que les iba ayudar a encontrar trabajo», destacó Villar.

En cuanto a la inserción, cuenta con tres programas: el SAIL (Servicio de Asesoramiento e Inserción Laboral); Renta Mínima de Inserción (RMI; y el Proyecto Senda. El año pasado se crearon nueve puntos de orientación del SAIL «con la intención de acercar los servicios a los municipios y estar más en contacto con la actividad empresarial». Este servicio atendió a 222 personas, de las que 57 han encontrado trabajo lo que supone un 25,5%.