Antoni Planells leyó al resto de congregados el auto del juez Santiago Pinsach.

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 4, Santiago Pinsach, dictó ayer un auto en el que ordena a la Conselleria d'Obres Públiques, Habitatge i Transports del Govern la paralización cautelar de las obras de la autovía del aeropuerto en Can Malalt. Se trata de una medida «con carácter cautelarísimo» y «solo en el caso de que esté prevista una nueva actuación o entrada» en las fincas de José Planells y Antoni Planells. las dos en las que hay viviendas. Asimismo, la resolución insta a la Delegación del Gobierno en Balears a que, mientras dure esta medida, «se abstenga de auxiliar con la fuerza pública a la Administración expropiante respecto a las dos fincas referidas» , y ordena también a la UTE Accesos Ibiza que no realice ninguna actuación en estos terrenos.

El juez requiere a la Conselleria a que indique si tiene previsto o no realizar nuevas actuaciones en Can Malalt, y, en su caso, que especifique fechas y zona afectada y si hay previsión de solicitar autorización judicial al respecto. Le pide que detalle «en virtud de qué criterios, informes, planos o documentos se adoptó la decisión reiterada de entrar en estas dos fincas los días 8 y 13 de marzo, calificándolas como lugares que no dependían del consentimiento de su titular y, por tanto, exentos de autorización judicial; no obstante la advertencia y negativa inicial a facilitar el auxilio de la fuerza pública por parte de la Delegación del Gobierno de Balears, y si se trató o no de una decisión conveniente y previamente informada por los servicios jurídicos de la administración».

Por otra parte, en los fundamentos jurídicos, el juez también determina que aprecia indicios de delito por violación de domicilio y contra el ejercicio de los derechos cívicos e insta a que se continúe tramitando la causa penal. Contra esta resolución cabe recurso de reforma en el plazo de tres días.

Tras conocer la orden de paralización de las obras, más de medio centenar de personas se concentraron en Can Malalt para celebrar emocionados la noticia con cava, buñuelos y orelletes.

El abogado de Can Malalt, Pep Costa, resaltó que «este auto significa que nuestras denuncias de que las cosas no se hacen bien tienen todo el sentido del mundo y son razonables para el juez» e «indica también que de ahora en adelante será necesario que el Govern se mire mucho mejor los papeles y se espere a que el juez se pronuncie antes de entrar en las fincas donde hay domicilios». «Este auto también cuestiona la actuación de la Delegación del Gobierno porque ha prestado auxilio y ha reprimido algunas manifestaciones de los antiautopistas en lugares en el que el juez entiende que era necesaria la autorización judicial», aseguró, antes de añadir que «según mi valoración personal, esta paralización sólo se podría desvirtuar si un juez diese una autorización judicial expresa para entrar en estas fincas».