-No, en absoluto. Son cosas que no tienen nada que ver. Las
instituciones y sus actos están por encima de todo. Estoy seguro
que la mayor parte de la gente estará muy contenta de que este acto
institucional se haga en la isla. Sólo quienes fomentan los
comportamientos radicales son los que creerán que se puede
aprovechar un acto institucional para sus intereses y su
provocación.
-¿Cómo se puede solucionar el conflicto de las autovías?
-Respetando la legalidad y el estado de
derecho.
-¿No cabe pues la posibilidad de modificar los proyectos?
-Los proyectos han pasado toda la tramitación legal, jurídica y
política. Se puede respetar que haya gente que no los comparta
siempre y cuando se utilicen fórmulas pacíficas y respetuosas para
expresarse. Esto no es lo que pasa. Hay comportamientos radicales,
se han quemado máquinas. Toda esta confrontación se produce por
tres carreteras, que suponen una inversión muy importante para
Eivissa, que sufre un déficit histórico desde hace años. Son tres
carreteras que han pasado todos los trámites como han demostrado
las sentencias del TSJ. Se ha recogido parte de las alegaciones y
se han modificado los proyectos para cumplir los informes de
impacto ambiental. En estas carreteras hay un problema de
siniestralidad, accidentes y de falta de comunicaciones en
condiciones. Cuando los proyectos estén hecho quedará demostrado
que eran necesarios.
-¿Qué piensa entonces de la manifestación del 17-F?
-Hay que respetarla e insisto en que no es ninguna novedad ni en
Eivissa ni en Balears. A mí de toda esta historia lo que más me
preocupa es la connivencia del PSOE con los comportamientos
radicales. Para el bien de todos, estos comportamientos tienen que
cortarse. Porque cuando se queman máquinas y se zarandean coches
entramos en una dinámica que no puede admitir nadie. ¿Nos podemos
equivocar? Los ciudadanos con el tiempo lo dirán. No estamos
hablando de ningún daño irreversible, sólo de tres proyectos de
carreteras que se mejoran básicamente sobre las actuales. Estoy
seguro de que el proyecto que haría el PSOE en el caso de la
carretera del aeropuerto variaría muy poco. Hay poco margen. En el
caso de la carretera de Sant Antoni estoy seguro que no variaría
prácticamente nada. En Eivissa tenemos carreteras del tercer mundo
y hay otro problema, del que el PP sin duda puede ser responsable
en parte, que es el déficit histórico tremendo de inversiones. De
las cuatro islas, la que más. Se está pagando una deuda histórica.
El PSOE no quiere que se hagan estas inversiones porque es su mayor
fracaso.
-¿Considera de verdad que la oposición a los proyectos es
minoritaria?
-Es una oposición política. Se le ha dado oportunidad al PSOE
desde el primer momento a poder pactar estos proyectos. Muchas de
las modificaciones incluidas, sobre todo en el proyecto de Sant
Antoni, han sido recogidas. Pienso que el proyecto inicial de Sant
Antoni era mucho mejor que el de ahora, pero se ha pactado. El
problema es que hay una oposición política, que es legítima, pero
interesada. Quieren inaugurar ellos las carreteras y que no lo haga
el PP.
-¿No cree que usted como presidente de la comunidad debe actuar
de inmediato, tal como ha solicitado el PSOE, para resolver el
conflicto?
-Tal como está el asunto, lo primero que debe hacer el PSOE es
parar y conveniar y no hacerse partícipe de los movimientos
radicales. Se le puede dar toda la publicidad que se quiera pero
son comportamientos inaceptables, inasumibles para un Govern de
cualquier color político. Si yo estuviera en la oposición y estos
movimientos hicieran lo mismo contra un Govern del PSOE yo sería el
primero que lo rechazaría.
-La Delegación del Gobierno tambien asegura que la solución a
este conflicto no es de orden policial y, por ello, pide al Govern
que lo resuelva para evitar «heridas sociales que pueden ser
difíciles de cicatrizar».
-La Delegación del Gobierno debe hacer cumplir la ley. Nada más.
Es su obligación. No se puede utilizar este asunto políticamente.
Estos comportamientos hoy son por este asunto, pero mañana pueden
ser por otros.
-¿No tiene siquiera la percepción de que una parte importante de
la sociedad ibicenca se opone a estos proyectos y que una posible
solución podría ser su replanteamiento?
-Nosotros no actuamos alegremente. Llevamos tres años trabajando
en estos proyectos y han pasado toda una tramitación. Nosotros
tenemos la obligación de resolver los problemas de los ciudadanos
de Eivissa y cumplir con nuestro compromiso con el electorado.
Tenemos que respetar a los que se oponen a los proyectos, pero
ellos también tienen que respetarnos a nosotros. Ha habido gente
que ha dicho que estos proyectos no tienen informe de impacto
ambiental. Eso es mentira. Estos proyectos se han modificado y por
eso han salido un año más tarde. Nosotros no hacemos carreteras
para perjudicar a nadie. El problema es que llegan 10 años tarde.
El tiempo nos dará la razón.
-¿Benefician estos proyectos a la familia Matutes?
-Esto es ridículo por el amor de Dios. Por favor, ¿me quieren
poner un proyecto alternativo sobre la mesa, que es lo que hemos
pedido? En las alegaciones no se presentó un proyecto alternativo
que no tuviera este trazado. Esta carretera beneficia a los
ciudadanos de Eivissa, que tendrán una carretera en condiciones y
que necesitan. Es lo mismo de siempre. Esto es política en
minúsculas. Cuando las carreteras estén acabadas usted y yo nos
volveremos a sentar y me dirá quién utiliza las carreteras y qué
opinión
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