C.ALCÀNTARA/T.BLASCO
El Defensor del Menor investigó una escuela ilegal en Sant Josep que fue cerrada tras la apertura de un expediente sancionador por el Ayuntamiento de Sant Josep. Al centro acudían una media docena de niños, cuatro menores de cinco años y otros dos de edades que rondaban los 10 y 11 años. Ninguno de ellos estaba escolarizado, según la investigación realizada. «Se trataba de una actividad que pretendidamente era docente, pero irregular, fuera de la normativa de Educació», comentó.

El director de la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor, Gaspar Rul·lan, explicó ayer que «los niños no estaban escolarizados, sino había unos particulares que daban clases». Rul·lan explicó que el caso se resolvió tras la apertura de un expediente sancionador por parte del Ayuntamiento de Sant Josep que finalizó con «la interrupción de la actividad».

La Oficina del Menor, que depende de la Conselleria de Presidència del Govern, incoó el expediente a través de la denuncia de un particular ante las sospechas de que «había menores que acudían a una supuesta escuela que podía estar al margen de la normativa de escolarización, recibiendo una formación en un establecimiento no acreditado», precisó Rul·lan.

Durante la investigación hubo también contacto con la Conselleria d'Educació que envió a la Inspección de Educación para que investigara los hechos.

El responsable de la Oficina del Menor descartó que este caso se tratara de una secta, pero advirtió de «las consecuencias destructivas y psicológicas» que puede suponer una serie de actividades grupales y de asociacionismo, «porque son mecanismos de captación con determinados fines de pueden ser destructivos».