Es la primera vez en 34 años que tengo que mirar el ordenador para saber qué precio cobrar», comentaba ayer Cristina, hija del propietario de uno de los estancos de Eivissa que los últimos días vivió un verdadero desconcierto tras la bajada de precios de las principales tabaqueras Philip Morris y Altadis, cuyas marcas son «las más vendidas». «Ya hemos perdido, ahora esperemos que nos dejen tranquilos», deseaba ayer esta estanquera, sin saber que una hora después de expresar su deseo, Jopan Tobacco International (JTI), recortaría entre 40 y 90 céntimos los precios de sus principales marcas, Camel y Winston, respectivamente, para afrontar la competitividad del mercado; una bajada de precios que según la agencia EFE, entrará en vigor cuando salga publicado el lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El desconcierto por esta guerra de precios tiene a los 36 estanqueros pitiusos más conectados que nunca. El teléfono de la vocal de la Asociación de Estanqueros de Balears, Guadalupe Benavides, hace días que no deja de sonar y su respuesta es una y otra vez la misma: «que tengan paciencia».

«La asociación nos pide paciencia porque no podemos hacer nada hasta que esto termine. Estamos perdiendo dinero porque vendemos por debajo del precio que hemos comprado, algo que no nos había pasado en toda la vida», señaló.

No pueden protestar ni hacer huelgas, pero aún así Benavides recomienda a sus pares, los estanqueros pitiusos, que registren las pérdidas «porque la asociación va a denunciar a las empresas cuando por fin se estabilicen los precios».

L.A.