Antonia estimula la actividad psicomotriz de los niños con problemas en un taller que cuenta con ayudas del consistorio de Sant Antoni y cuya continuidad peligra. En la imagen, en clase con Fernando.
Fotos:
S. GAITÁN

Hace dos meses, Fernando, un niño de 19 meses con problemas de desarrollo, apenas se movía. No gateaba, no se desplazaba de un lado a otro y no jugaba. Ahora, después asistir dos veces por semana a un taller de psicomotricidad, se ha convertido en un «peligro» para Fina, su madre, que está contentísima, aunque tiene que vigilarle mucho más porque «ahora lo toca todo». El milagro se ha producido gracias a Antonia Cardona, psicomotricista, que estudió la carrera para ayudar a su hija Aina, con parálisis cerebral, y que desde noviembre ofrece terapia a bebés con problemas. Una actividad que ofrece la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (APNEEF) en las dependencias de Servicios Sociales de Sant Antoni, donde disponen del material necesario para estimularles. Antonia explica que tiene bebés con todo tipo de problemas. «Hay niños con síndrome de down, con dolencias congénitas, con dislexia, con patologías muy poco comunes o algunos otros que todavía no se sabe lo que tienen». Es el caso de Fernando, al que con 19 meses todavía no le han diagnosticado la enfermedad que padece. Algo que pronto podría cambiar, porque, en este taller, Antonia también detecta posibles indicios de lo que les pasa realmente a estos niños. «Los médicos no les ven mucho rato y en cambio nosotros trabajamos con ellos día a día».

Este taller es el primero que se organiza para bebés de 0 a 3 años. La psicomotricista, que por ahora trata a ocho bebés, está encantada con los resultados. «No me esperaba una evolución tan grande por parte de los pequeños», explica. En las sesiones, que duran una hora y son individuales, Antonia utiliza el masaje, bañeras llenas de pelotas, instrumentos musicales y diferentes colores para provocar determinados movimientos y reacciones en los pequeños.

Lo único que temen ahora desde APNEEF es quedarse sin fondos para continuar con esta actividad, ya que las instituciones dan muy poco dinero. El taller cuenta con la subvención del Ayuntamiento de Sant Antoni, pero piden la implicación de otros consistorios para que puedan continuar ofreciendo esta actividad por poco dinero, algo que en una guardería privada cuesta más de 100 euros al mes.C. Roig