El emisario de la desaladora de Formentera, situada en Ca Marí, sufre desde hace unos días sensibles desperfectos bien visibles en el conducto que devuelve al mar los restos, salmuera básicamente, del proceso de desalación de las aguas marinas con las que se abastece de agua potable a Formentera.

Los problemas se iniciaron el pasado fin de semana cuando según fuentes oficiosas un atasco habría provocado que una junta se desprendiera por la presión de los vertidos que no podían ser correctamente evacuados, aunque, según fuentes de la Conselleria de Medi Ambient del Govern, «la tubería no está rota y simplemente se ha soltado de las fijaciones que la sujetan al lecho marino».

Pese a ello es obvio que a unos escasos cinco o seis metros de la playa y a poca distancia del kiosko de es Ca Marí, el emisario es perfectamente visible en un punto tan concreto como el que muestra que la tubería no está conectada, bien sea por la rotura que Medi Ambient niega se haya producido o simplemente que se ha desencajado.

Según el responsable de prensa de Medi Ambient, Rafael Porcel, «el hecho de que el emisario sea de salmuera ayuda a la flotabilidad del conjunto» y ha anunciado que de forma inmediata habrá unos buzos encargados «de volver a fijar el emisario al suelo» para evitar que el vertido se produzca como ahora, en las inmediaciones de la playa, circunstancia que ahora no es problemática ya que es temporada baja pero podría ser un problema en temporada estival.

Coincidiendo con este problema está prevista para hoy una visita del secretario general del Agua de Balears a Formentera para visitar las instalaciones dependientes o gestionadas por el Govern y para inspeccionar el alcance de los desperfectos en el emisario que, a simple vista, no parecen de mayor consideración.