Veintidós efectivos de la Guardia Civil se desplazaron a la zona para evitar que se produjean incidentes. .Fotos: MARCO TORRES

MAITE ALVITE Más de una treintena de personas, miembros de la Plataforma Antiautopistas, ecologistas e integrantes de todos los partidos progresistas de las Pitiüses, se movilizaron ayer para impedir que las máquinas de la constructora UTE Accesos Ibiza (Matías Arrom Bibiloni-Ortiz Construcciones y Proyectos S.A.) trabajaran en el terreno de uno de los afectados por el proyecto de la autovía del aeropuerto, Pere Torres, que ayer denunció por quinta vez la invasión de su terreno ante el juzgado de Instrucción. La concentración se formó a las 15'00 horas, tras conocer por el propietario del terreno que dos camiones y una excavadora estaban trabajando dentro del solar en un espacio de unos 500 metros cuadrados. Tras impedir que las máquinas siguieran funcionando, según explicaron algunos miembros de la plataforma, el propietario afectado fue hasta Eivissa para interponer una denuncia ante los juzgados y la constructora dio aviso a la Guardia Civil que se personó en el lugar de los hechos con 7 vehículos y 22 efectivos, a los que se sumó un coche y dos agentes de la Policía Local de Sant Josep.

Según explicaron los antiautopistas, el encargado de la obra mostró unos documentos en los que se reflejaba que uno de los propietarios del terreno, Pere Torres, había sido citado para firmar el acta de ocupación. Sin embargo, tanto el afectado como la plataforma insistieron en que la ocupación de los terrenos era ilegal.

La concentración se prolongó sin incidentes durante cinco horas y acabó tras retirarse la maquinaria del terreno. Los antiautopistas anunciaron que hoy continuarán con la movilización tras conocer que «el Delegado de Gobierno ha dado orden a la Guardia Civil de que las obras no se pueden parar puesto que todo está legalmente tramitado», según explicó la consellera insular de Vías y Obras, Stella Matutes. El portavoz de la Plataforma Antiautopistas, Marcos Lluy, aseguró que hoy estarán desde las 7 de la mañana en el solar para impedir que continúen las obras. «Tendrán que utilizar la fuerza para echarnos», aseguró Lluy.