Después de una noche mágica, los Reyes de Oriente extendieron su horario de trabajo para poder estar con los niños que reciben rehabilitación por enfermedades neurológicas severas en el hospital Can Misses.

Tras pasar por toda la planta del hospital, visitando las áreas de traumatología, pediatría y medicina interna, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a la sala de rehabilitación donde les esperaban 14 niños y sus padres, preparados para recibir regalos.

«Esta visita beneficia mucho su estimulación», aseguraba Begoña, la fisioterapeuta de los pequeños mientras ofrecía roscón de reyes a los padres que les acompañaron.

«Es un detalle del hospital que hacemos cada año para que los niños vengan para otra cosa a parte del tratamiento que siguen en el programa», destacó el director médico, Alejandro Vázquez.

Los Reyes Magos tomaron asiento tras saludar a los presentes y comenzaron a repartir obsequios a estos niños de edades comprendidas entre los siete meses y los dos años. Se trata de pacientes que acuden al hospital cada semana, ya sea por dos días, tres o a diario para hacer rehabilitación y mejorar la condición de sus enfermedades neurológicas psicomotoras.

«La enfermedad de los niños es una cosa triste», señaló Vázquez, por lo que los Reyes intentaron llevarles ayer un poco de salud en forma de alegría. L.A.