Un bar con un cartel en la puerta que informa que se permite fumar en el establecimiento.

En estas 30 inspecciones realizadas se ha detectado que en el 30 por ciento de estos locales de hostelería se necesita mejorar la señalización de la zona habilitada para fumadores, según los datos facilitados ayer por la Conselleria de Salut del Govern.

La norma autonómica balear sobre el tabaco, que se engloba dentro de la Ley de Drogodependencias, contempla que está prohibido fumar en los bares y restaurantes y establecimientos de hostelería, excepto en las zonas habilitadas para ello, que serán diferenciadas mediante carteles indicativos.

En las Pitiüses, igual que en el resto de la comunidad, se ha optado por aplicar la ley autonómica frente a la nacional, que entró en vigor el 1 de enero. Esta circunstancia ha motivado que muchos empresarios pidan información a la patronal acerca de la ley nacional. De momento, la mayoría de los respresentantes del sector consultados optan por aplicar la balear, tal y como estaban haciendo desde que entró en vigor el 10 de julio.

Ante esta situación creada, el delegado del Gobierno de Balears, Ramón Socias, aseguró que cuando el Govern rechaza la aplicación de la ley estatal del tabaco en favor de la normativa propia no lo hace en atención a la salud de los ciudadanos sino dentro de la estrategia del PP de oposición al Ejecutivo central. Socías llamó la atención sobre el hecho de que esta negativa a aplicar algunos aspectos de la recién estrenada ley del tabaco proceda de un partido que apela constantemente a «la unidad de España» y que advierte contra la creación de diecisiete sistemas fiscales o judiciales diferentes en España. Socías insistió ayer en que la norma estatal es «más clara» que la autonómica y protege más a los no fumadores, ya que determina que en bares y cafeterías de menos de 100 metros cuadrados serán sus responsables quienes decidan si se puede o no fumar, mientras que la ley de Balears fija una prohibición genérica pero permite después el consumo en áreas señalizadas de estos locales, pero no obliga a su aislamiento del resto.