El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) culpa a todas las
administraciones de ámbito autonómico (Ayuntamiento, Consell y
Govern) de permitir la construcción de la mansión de ses Serres, en
Cap Llentrisca, en el Parque Natural de Cala d'Hort, pese a las
denuncias presentadas por el grupo ecologista. «La denuncia de los
hechos no sirvió para que ninguna de las administraciones
responsables, Ayuntamiento, Consell o Conselleria de Medi Ambient
del Govern detuvieran este gravísimo atentado. A día de hoy el GEN
aún espera respuesta a las denuncias presentadas», afirma el
GEN.
El Juzgado de Instrucción número 1 ha ordenado la apertura de
juicio oral y el fiscal reclama una pena de tres años de cárcel
para el acusado, un promotor alemán, así como una sanción económica
de 180.000 euros por un presunto delito sobre la ordenación del
territorio por levantar «una fastuosa macromansión» sin
autorización.
Los ecologistas apuntan que este caso es «una muestra más de la
impunidad con la que actúan los infractores urbanísticos, incluso
en el interior de las áreas teóricamente más protegidas y
ecológicamente más valiosas». Precisamente, el GEN recuerda que las
obras afectan a uno de los enclaves naturales más preciados de la
isla, «reconocido ya desde los años 80 en los inventarios de
espacios naturales a proteger elaborados por el ICONA». Sobre la
actuación de las instituciones, el GEN insiste en que da la
impresión de que cuando «la ilegalidad es más grave, más se
esfuerzan en mirar hacia otro lado». Recuerda, además, que el
Ayuntamiento de Sant Josep concedió licencia de obra a una vivienda
en esta finca, cuya dimensión se multiplicó posteriormente sin
permiso por cuatro, pese a que incumplía la Ley de Espacios
Naturales y el planeamiento urbanístico municipal.
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