Los operarios, ayer, preparan el traslado.

El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) envió el pasado día 19 un escrito al Ayuntamiento de Eivissa para tratar, en un último intento, de paralizar las obras de urbanización del solar de ses Galamones y evitar así «la destrucción de un tramo de 90 metros del acueducto romano aparecido en distintos lugares de Eivissa durante el último año». Los ecologistas afirman que se trata del mismo acueducto que las máquinas se llevaron por delante durante las obras de ampliación del cinturón.

El GEN denuncia la «absoluta negligencia técnica y política» porque entiende que tanto el acueducto como la casa pagesa y la sènia de ses Galamones (destruidos también a principios de año) podrían conservarse si se hubiera reubicado la zona verde en el lugar donde se hallaban todos estos bienes. En este sentido, el GEN recuerda que otro tramo del mismo acueducto apareció junto a las instalaciones de GESA y que, en ese caso, se modificó el proyecto para su conservación in situ.

E. RODRÍGUEZ
El Grupo de Empresas Matur S.L y la promotora Realia Business han iniciado ya las obras para trasladar el acueducto romano hallado en el solar de ses Galamones, en can Misses, a una zona verde colindante cedida por el Ayuntamiento de Eivissa. La operación, que tendrá un coste aproximado de 120.000 euros (20 millones de pesetas), se efectuará en un plazo de entre dos semanas y un mes, según explicó ayer a este periódico el conseller insular de Patrimoni, Joan Marí Tur.

El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) envió el lunes un escrito al Ayuntamiento de Eivissa en un último intento para tratar de suspender el traslado del hallazgo arqueológico. Los ecologistas sostienen que si se modificara la ubicación de la zona verde del solar y se eliminara la piscina comunitaria prevista en el proyecto de urbanización se podría conservar in situ el acueducto de época romana.

El GEN recuerda que la normativa internacional (Carta de Venecia) prohíbe el traslado de yacimientos arqueológicos. Sin embargo, el conseller insular de Patrimoni, Joan Marí Tur, afirma que se ha dado luz verde al traslado del yacimiento tras conocer el contenido de un informe realizado por los servicios técnicos del Consell que avala el traslado.

La operación será laboriosas y consistirá en el traslado de tramos de entre 2,5 y 3 metros de longitud en piezas enteras, encofradas en soportes de madera que, según el proyecto al que ha tenido acceso este periódico, garantizan la rigidez necesaria para realizar el traslado de manera segura. El proceso ha arrancado con la excavación de la base actual del acueducto hasta medio metro de profundidad aproximadamente. Los operarios han excavado ya zanjas por debajo del acueducto por donde colocan planchas metálicas de soporte. Sobre estas estructuras se asentará el encofrado que protegerá, por piezas, el hallazgo.

Una vez seleccionados los tramos, éstos se cortarán con medios mecánicos de «bajo impacto», se fotografiarán y se numerarán para el posterior ensamblaje de la estructura en su nueva ubicación. Una grúa levantará cada caja (encofrado de 2,5 o 3 metros) y la desplazará hasta su nuevo emplazamiento. La empresa promotora proyecta desplazar al solar colindante cedido por el Ayuntamiento un tramo de al menos 70 metros. El acueducto ocupa ahora una línea de 80 metros que atraviesa el solar.