Álex Boix junto Ana, una vez terminaron el bautizo de agua dulce en la piscina municipal de Sant Antoni.

Alrededor de 30 personas se animaron a la primera inmersión de sus vidas aunque, como aseguró una de las iniciadas, «faltaban las estrellas de mar».

Se trató de una jornada sin mucho paisaje pero muy práctica ya que el bautizo tuvo lugar en los dos metros de profundidad de la piscina municipal de Sant Antoni, después de una introducción teórica sobre cómo utilizar el equipamiento de buceo.

El encargado de guiar a los diferentes grupos de personas que se fueron sucediendo a lo largo de la mañana fue el fotógrafo y buceador Àlex Boix, de la escuela de buceo Arenal Diving, para quien, ésta es una buena forma para fomentar este deporte no sólo en la isla sino también, concretamente, en Sant Antoni. «La bahía es muy bonita y tiene unos fondos impresionantes. Después de 15 años buceando y de hacerlo en el Mar Rojo, en el Atlántico y en otros sitios, la claridad que hay aquí no tiene nada que envidiar a las Bermudas ni al Mar Rojo ni a ningún otro mar», aseguró Boix.

Conocimientos puntuales como la forma de utilizar el chaleco, la manera en la que hay que respirar y cómo se debe usar el regulador fueron los consejos que recibieron estos alumnos por un día antes, de sumergirse en la piscina y de no volver a salir en los próximo diez minutos: «Me ha agradado mucho y voy a pensar en apuntarme porque en mi familia todos son pescadores y buceadores, y cuando vamos a navegar no tengo manera de seguirlos», apuntaba Ana, una de las interesadas que pasó por una de las últimas clases de la mañana.

«Yo hago apnea, me sumerjo entre 15 y 18 metros, pero quería probar un poco de buceo», comentó Arturo, que esta vez decidió bajar con equipo y sentir lo que es respirar bajo el agua.

Nuevas clases de buceo para iniciados se repetirán en los días cercanos a Navidad y con la única condición de que sean mayores de 16 años.

L.Aversa