La Fundación Gadeso acaba de publicar una encuesta sobre la opinión de los turistas que visitan las islas menores del archipiélago en la que se pone de manifiesto la necesidad de mejorar considerablemente las condiciones ambientales de Eivissa. En lo que concierne al índice de satisfacción general, Menorca obtiene un notable (7 sobre 10), mientras que Eivissa y Formentera se quedan con el aprobado (5,9 y 5,8 respectivamente). Esta encuesta se ha realizado durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre sobre una muestra de 600 entrevistas distribuidas según el peso de cada nacionalidad. Gadeso afirma que cada año realizará este estudio para evaluar la tendencia y los cambios de los resultados.

Destaca por encima de todo el suspenso que recibe el entorno medioambiental de Eivissa, que, según los turistas, es «muy mejorable». La contaminación acústica, la limpieza de las calles, el entorno urbano y paisajístico y la contaminación atmosférica no logran el 5 de puntuación. Sólo se salva la calidad de las aguas marinas, que obtiene un 5,7 y que, de todos modos, es «mejorable». Formentera, en cambio, obtiene un notable (7,9) y destaca la calidad de las aguas marinas, la atmósfera y el entorno urbano y paisajístico.

La oferta cultural de Eivissa tampoco supera el 5, lo cual choca con el interés de los empresarios y la administración de diversificar la oferta turística. La seguridad ciudadana, según esta encuesta, es otro de los puntos débiles de la isla. En términos generales, los turistas opinan que los servicios públicos de Eivissa son mejorables, mientras que las condiciones del alojamiento (personal, precio-calidad, comodidad, limpieza, instalaciones) son correctas y la oferta complementaria (servicios de playa, oferta lúdica, comercial y gastronómica) es adecuada. Destaca, eso sí, en este punto que la oferta lúdica, que obtiene un notable (7), causa controversia entre los turistas. Unos dicen que es muy satisfactoria y otros que se abusa de ella.

Como puntos débiles de la oferta, Gadeso concluye, aparte de la mejora del medio ambiente, la necesidad de invertir en la reconversión integral de algunas zonas, compensar la imagen de algunas ofertas lúdicas, la modernización de alojamientos obsoletos y el déficit del mercado británico. En contra, los puntos fuertes que apunta este estudio son la recuperación de la cuota de mercado, la oferta lúdica, la buena planta de alojamientos y las facilidades en las comunicaciones aéreas.