Muchas fueron las personas que se acercaron al cementerio de Sant Antoni en el día de ayer. Foto: SONIA GAITÁN

La tradición del Día de Todos los Santos continúa firme entre los ibicencos que este año han vuelto a visitar los cementerios para recordar a los familiares y seres queridos que han fallecido.

Muchos se adelantaron y comenzaron a llevar las flores y adecentar los nichos durante el fin de semana, y lo mismo ocurrió el lunes por la tarde cuando grandes colas de gente se agolparon en las floristerías de margaritas, rosas, claveles y crisantemos.

Las misas religiosas también hicieron honor a esta festividad en cada una de las parroquias de la isla y ayer los fieles se acercaron para vivir un momento de reflexión y recuerdos.

El Ayuntamiento de Eivissa puso autobuses gratuitos a disposición de los vecinos, que partieron por la mañana y por la tarde hacia el Cementiri Vell y el Cemintiri Nou. En este sentido, hoy se celebrarán servicios religiosos en ambos cementerios con motivo del Día de los Fieles Difuntos.

La tradición también fue reunión en familia y dulces típicos de estas fiestas tampoco faltaron.

Entre ellos, los tradicionales panellets de piñones fueron los más vendidos en las pastelerías, así como los de almendras trinchadas, café y chocolate.

Los rosarios confitados que suelen regalar los padrinos y abuelos para sus ahijados y nietos también fueron un reclamo en las pastelerías que, al igual que ocurrió con las floristerías, comenzaron despachan dulces típicos de Todos los Santos desde el pasado fin de semana.

L.A.