J.MESTRE
El Govern anunció ayer su nueva fórmula para financiar una pequeña parte del déficit sanitario: un impuesto que pagarán los usuarios de los vehículos de alquiler y que supondrá unos 12 millones de euros para las arcas autonómicas. El conseller d'Economia, Lluís Ramis de Ayreflor, presentó ayer el nuevo tributo que ha sido incluido en el proyecto de ley de medidas tributarias que se incluyen en los Presupuestos del próximo ejercicio. El impuesto ha sido consensuado con el sector.

Serán objetos pasivos las personas físicas que, mediante contrato, circulen en el territorio de Balears con un vehículo de motor. El Govern creará un registro fiscal de estos vehículos y una tasa por inscripción.

La ley de acompañamiento prevé que una parte variable del impuesto se determine en función de los kilómetros recorridos y una parte fija contabilizará los días de contrato. La parte fija puede oscilar entre 5 y 1,5 euros por día de alquiler. La variable irá de 0,03 a 0,01 euros por kilómetro recorrido. Además, el Ejecutivo crea un registro de coches de alquiler con unas tarifas por altas y bajas de 70 y 50 euros, respectivamente, en el caso de los vehículos, y de 25 y 10 euros para motocicletas y ciclomotores. La ley fija la creación de una comisión mixta de evaluación del impuesto que estará integrada por la Administración y las organizaciones empresariales más significativas.

El presidente de la patronal de coches de alquiler, Ramón Reus, dijo que este impuesto permitirá acabar con la competencia desleal que existe en el sector. Ramón Reus señaló que varias empresas que operan en Balears -siete u ocho, precisó- compran vehículos que sólo son alquilados un día. El auténtico negocio de estas supuestas empresas rent a car es la compra-venta de coches para no tener que pagar el impuesto de matriculación ni el IVA. «Aquí en Balears sobran 20.000 coches de alquiler», aseguró Reus, quien espera que esta medida fiscal, aunque tenga un coste para las empresas, pueda acabar con la competencia desleal. Reus lamentó la escasa actuación de la Agencia Tributaria para poder acabar con estas empresas de compra-venta de vehículos de exportación que se camuflan en el sector del rent a car.

El conseller dejó claro que el dinero que se recaude se destinará directamente a financiar la sanidad balear. Es lo que técnicamente se considera un impuesto finalista. De Ayreflor destacó, además, que el nuevo tributo también tendrá consecuencias positivas en el medioambiente ya que, si se reduce la flota, se reducirá el CO2 en la atmósfera.