E. RODRÍGUEZ / EFE
La Conselleria de Medi Ambient ha descartado que las gaviotas halladas muertas en el Parque Natural de ses Salines el pasado mes de agosto de manera aparentemente inusual portaran el virus de la gripe aviar. Así lo confirmó ayer el director general de Protección de Especies del Govern, Antoni Gómez, en una rueda de prensa celebrada en Palma en la que informó de que a partir del lunes se empezarán a tomar las primeras muestras de aves acuáticas de las islas para analizar si pudiera existir algún foco de la gripe aviar.

El Consell se Govern también aprobó ayer la creación de una comisión de prevención, control y seguimiento de una eventual pandemia de gripe, así como la constitución de un comité técnico.

Gómez aseguró, tal como ya avanzó este periódico, que en agosto se detectó en Eivissa un incremento anormal de la mortandad de gaviotas y, según dijo, de alguna otra especie, que llevó a los técnicos a enviar muestras a Palma para averiguar sus causas. Gómez aseguró que se hallaron una decena de aves muertas. Ante la alarma que ha generado la amenaza de la gripe aviar, la Conselleria de Medi Ambient remitió las pruebas a Madrid para verificar si estos animales podían ser portadores del virus, algo que ha quedado descartado.

La Conselleria de Medi Ambient informó ayer que los resultados de los análisis no muestran nada anormal en la muerte de las aves, por lo que ésta se atribuye a causas naturales: «Las aves también pueden morirse sin motivos aparentes, al igual que sucede en las personas».

Los técnicos del Parque Natural de ses Salines pensaban inicialmente que la muerte de las aves podía atribuirse a algún foco de contaminación, como una charca de agua estancada y en mal estado, o al consumo de restos de comida putrefactos del vertedero de ca na Putxa.