La avería de la estación de bombeo del puerto se ha complicado con
la obstrucción del colector que conduce las aguas fecales de la
parte vieja de la ciudad a la depuradora. El delegado del Ibasan en
las Pitiüses, Juan Carlos Martín, reconoció ayer a este periódico
que este nuevo contratiempo provoca que parte del caudal de
detritus que no puede asumir la canalización acabe en las aguas del
puerto. «A la depuradora no llega todo el caudal en momentos punta,
pero no es nada grave. Es inevitable que se produzca algún
vertido», aseguró.
Martín indicó ayer a media tarde que los técnicos de Aqualia,
que es la empresa que se encarga del mantenimiento de la
depuradora, aún no habían detectado la zona del colector obstruida,
por lo que no podía decir con exactitud cuando podía estar resuelto
el problema. Una vez hallado el cuello de botella, los técnicos
deberán levantar el suelo y poner «una ventosa» en la pared de la
canalización para poder desatascarla.
Desde hace cinco días esta zona del puerto, próxima al barrio de
La Marina, desprende un desagradable olor a aguas residuales.
Primero se comprobó, tras constatar un incremento anormal del nivel
de agua de la estación de bombeo, que una de las tres bombas no
funcionaba bien. La estación de bombeo se encuentra justo enfrente
de la zona de atraque de las barcas de Formentera.
Inicialmente se pensó que la bomba de impulsión podía estar
obstruida, pero tras varias pruebas, los técnicos optaron por
sustituirla por otra de reserva. El cambio se llevó a cabo el
sábado por la tarde. Esta primera avería, según Martín, no provocó
vertidos al mar. Después, los técnicos de Aqualia constataron que
la estación de bombeo funcionaba bien, pero que la depuradora «no
recibía todo el caudal recogido en la zona porque parte del mismo
se perdía por el camino».
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