Los claros entre las nubes hicieron que los preparativos de
observación llevados a cabo por la Agrupació Astronòmica d'Eivissa
no fueran en vano y que la expectativa, que era mucha entre los
aficionados, no se convirtiera en desilusión.
Tres dispositivos ubicados en diferentes puntos de la isla, dos
en parajes naturales del sur y sudoeste, y un tercero en el colegio
de Sant Miquel, hicieron que el eclipse anular no pasara por el
archipiélago sin ser observado y fotografiado por los teleobjetivos
y refractores instalados por esta agrupación.
La explanada cercana a la Torre des Savinar en Cala d'Hort, la
Torre de ses Portes en ses Salines y el colegio de Sant Miquel
fueron los centros de observación elegidos por los miembros de la
asociación que instalaron sus equipos entre las 9,30 y las 12,00
horas.
En la Torre de ses Portes se encontraba el presidente de la
agrupación, José Luis Bofill, junto a otros aficionados de la isla
y de Mallorca, a quienes justo antes del momento de mayor
ocultación del sol por parte de la luna, las nubes jugaron su mala
pasada: «Habíamos tenido suerte porque ha estado muy bien hasta un
minuto antes del anular», comentó Bofill.
«Elegimos este punto porque cuanto más al sur mejor para ver el
anular completamente concéntrico», señaló el presidente de la
agrupación que registró el momento de máxima incidencia a las 11,03
horas de la mañana.
Un poco más allá, del otro lado de la Torre de ses Portes, el
mallorquín Juan Antonio Morante, de la Agrupació Astronòmica de
Costitx se deleitaba con su telescopio de 60 cm, que le mostraba el
diámetro del sol totalmente enfocado, y la luna, que seguía su
curso ahora con una ocultación parcial y de retirada.
«Para cualquier aficionado a la astronomía, un eclipse de sol es
lo máximo que se puede esperar. Es una experiencia única, lo más
deseado de ver en este campo», señaló este técnico de mantenimiento
de aviones, que, así como vino ayer a la isla para ver el eclipse,
años atrás viajó al Distrito Federal de México para observar un
eclipse total. Consciente de que el porcentaje de ocultación sería
mayor aquí (90,5% en Eivissa y entre 87% y 89% en Mallorca), no
dudó en venir.
Simultáneamente, en el colegio público de Sant Miquel, el
fenómeno astronómico era observado por 154 alumnos de entre 3 y 12
años, que contaron con las gafas específicas indicadas y con los
telescopios a cargo del secretario de la agrupación, José Luis
Rodríguez Morero.
«En el momento clave, que aquí fue sobre las 11,00 horas, se
pudo ver muy bien», explicó Rodríguez Morero que, además del
eclipse, vio pasar a este centenar y medio de niños organizados en
grupos que observaron el fenómeno durante la mañana tanto desde el
telescopio como a través de las gafas.
Las explicaciones sobraron para estos alumnos que, al igual que
en el resto de los colegios de la isla, tuvieron clases previas
sobre el eclipse. «Venían informados, sólo les tenía que indicar
que la sombra que estaban viendo era la luna que tapaba el sol»,
aseguró.
En la Torre des Savinar de Cala d'Hort, el tesorero de la
agrupación, Juan José Benito, y sus compañeros Antonio y Jesús
rezaban para que una nube muy grande que amenazaba con cubrir el
astro en el momento culmine se retirara. «Por suerte lo vimos muy
bien, estaba esa nube grande acercándose justo a las once y casi
tres minutos, y al final pasó de largo», señaló Benito, que
prefirió este lugar alto de Cala d'Hort, también elegido por
fotógrafos y otros aficionados que se dieron cita allí ayer por la
tarde. «No me lo esperaba pero pudimos ver y fotografiar el anillo
perfectamente», celebró.
Esquivando nubes y muy preparados para este momento, los
integrantes de la agrupación buscaron, encontraron y vivieron el
eclipse anular, que a partir de hoy recordarán con las fotografías
bien tomadas a pesar del mal tiempo .
Luciana Aversa
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