La junta de personal del hospital Can Misses ha pedido que se dote de personal masculino para hacer frente a las agresiones en servicios como la planta de psiquiatría. La unidad de salud mental de Es Viver recibió la semana pasada la visita del servicio de prevención de riesgos laborales de Can Misses para realizar la evaluación de los riesgos laborales que recoge las carencia existentes. Este informe, que se realiza servicio por servicio del hospital desde hace tiempo, coincide con la última agresión que sufrió recientemente un psiquiatra en la unidad de salud mental.

Personal de Psiquiatría, los servicios de Urgencias del hospital y de los centros de salud o Atención al Paciente ha padecido en más de una ocasión un insulto e incluso un golpe. Estos servicios son más susceptibles de que haya algún altercado. En la planta de Psiquiatría se ha llegado a sufrir agresiones con un tenedor de plástico o mordeduras en el cuello. Los mismos pacientes han ayudado a la víctima a reducir al agresor. «El personal de Psiquiatría sufre agresiones que tienen que reducir ellos mismos como pueden», lamenta una enfermera del hospital, que reclama más medios.

La Conselleria de Salut está elaborando un protocolo de agresiones a personal sanitario, que ahora se encuentra en fase de alegaciones. «Me parece muy bien el protocolo para ver cómo se ha de actuar, pero se necesita más seguridad por las mañanas en el hospital», dice Rosa Planells, del Sindicato de Auxiliares de Enfermería. «Se han de tomar medidas, podemos opinar e informar de los pasos a seguir pero el hospital ha de poner los medios», dice Anabel González, del Satse. Precisamente, el Sindicato de Enfermería impulsó una campaña nacional acerca de las agresiones con instalación de carteles con el mensaje «la agresión no es solución» o «el mejor medicamento, el respeto». Uno de estos carteles se tuvo que colocar en la unidad de atención al paciente tras un altercado. Para González, «hay más concienciación, aunque las agresiones se seguirán produciendo, pero si tienes un guardia de seguridad de 24 horas te impone más».

El personal consultado coincide en señalar que cada vez hay más concienciación en denunciar. Hace años una enfermera pasó por el quirófano tras una agresión. No ha sido la única.