La magistrada del Juzgado de lo Penal número dos de Eivissa, Martina Rodríguez, absolvió ayer al jefe de servicio de Aqualia, Antonio Saez Parra, del delito contra el medio ambiente por imprudencia grave del que se le había acusado con motivo de los vertidos que se produjeron el verano pasado en ses Figueretes. El fallo se produjo tras anunciar Fiscalía su decisión de retirar la acusación contra el responsable de Aqualia en Eivissa al no quedar «acreditado que fuera el único y exclusivo responsable de no haber adoptado todas las precauciones y medidas de seguridad» necesarias para evitar que las aguas fecales se vertieran en la playa y comprobar que «al parecer concurrían otra serie de causas paralelas que diluyen su responsabilidad». A este respecto explicó que «la revisión y el mantenimiento del sistema electrónico» instalado para avisar automáticamente de cualquier avería en la estación de bombeo de ses Figueretes que el día 29 no funcionó «había sido contratada y gestionada con otra empresa externa» a Aqualia. Asimismo, y según refirieron en sus declaraciones los testigos, los dos policías locales y el presidente de la asociación de vecinos de ses Figueretes, Bartomeu Roig, así como el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Eivissa, Juan Rubio, Fiscalía argumentó que «con anterioridad se habían producido otros vertidos de los que se había dado parte al Consistorio» reclamando una solución respecto al emisario, que estaba roto, sin que esta petición se hubiera atendido.