J.J.M. / E.R.
Vecinos de Vista Alegre afirman que las sirenas de las fuerzas policiales irrumpieron entre las 19 y las 19,30 horas aproximadamente en la urbanización para forzar el desalojo de la gente. Sin embargo, el desplome de los inmuebles se inició mucho antes. A las 8 de la mañana Ricard Firat, que se encarga del mantenimiento de una de las viviendas situadas en la zona de máximo riesgo, asegura que empezó a oír el crujido de las paredes del bloque de apartamentos. «Pensaba que estaban en obras, pero luego vi como las barandillas salían disparadas al aire. Era realmente espectacular», asegura. Posteriormente, aparecieron grietas en las paredes de otras viviendas y el agua de una piscina empezaba a desbordarse por la carretera, según cuenta este testigo.

A media mañana se dio aviso a la Policía Local que hizo un primer reconocimiento sobre el terreno, pero no fue hasta las 15,30 horas cuando se registró el mayor movimiento de tierra que hundió buena parte del bloque de apartamentos. Firat vio incluso a uno de los alemanes que residían en este inmueble salir antes con un cuadro bajo el brazo. En la vivienda que cuida Firat se hospedaban este fin de semana siete jóvenes procedentes de Catalunya. Éste, según dice, les recomendó por la mañana que no se bañaran en la piscina.

Otros testigos también constatan que la orden de desalojo no se produjo hasta el final de la tarde. En ese momento, hubo momentos de tensión, puesto que los cuerpos policiales ordenaron con urgencia el abandono de las viviendas. El jefe de Protección Civil de Sant Josep, José Tur, explicó ayer a este periódico que se consensuó con la Policía Local y la Guardia Civil la orden de desalojo ante la gravedad del corrimiento de tierra.