Rondeñas cacereñas, vals de Campanario, Jota de Cuentas o el Gacho, típico de Torrecillas de la Tirsa. La Cogolla de Villanueva de la Serena había venido desde la provincia de Badajoz para ofrecer una muestra del rico folclore de su tierra e intentar deleitar con ellos a a pitiusos e inmigrantes extremeños. Y lo consiguieron. Con sus canciones, alegres pasos, bailes y vestidos típicos hicieron viajar a los presentes por la geografía del sudoeste peninsular. Por unos momentos, la plaza de la iglesia de Sant Josep de sa Talaia se convirtió en una más de las de cualquier pueblo de aquella zona tan lejana en la distancia, tan cerca en el corazón para algunos. El licor de bellota y las características perrunillas -típico dulce similar al mantecado- contribuyeron a crear la atmósfera ideal en un recinto en el que se escuchaba más fuerte que nunca el acento castúo. La lluvia amenazó seriamente con arruinar la actuación, pero pareció como si la virgen de Guadalupe, venerada con devoción por aquellos lares, hubiera intercedido para que retrasara su aparición. Para eso minutos antes se había celebrado en el interior del templo una misa cantada en la que se le había rendido culto. Era uno de los actos más de los organizados por la Casa de Extremadura de Eivissa y Formentera con motivo del día de la región, celebrado ayer en Eivissa aunque oficialmente sea el 8 de septiembre. Con ellos, se daba a conocer esta asociación de reciente creación cuyos integrantes tienen como objetivo conservar y difundir la cultura del lugar del que proceden en estas islas. Fue una jornada de hermanamiento: también hubo lugar para eball pagés, y en ella estuvieron representantes de las instituciones pitiusas como las conselleras Carolina Torres y Carmen Domínguez -a las que más tarde se unió Pere Palau-, el director general de Migración de la Junta de Extremadura, Miguel Casado, y miembros de los diferentes ayuntamientos pitiusos. Entre los invitados había personalidades de distintas instituciones relacionados directamente con Extremadura.

Jamón de pata negra, chorizo, quesos, lomo; productos ibéricos cuya fama traspasa las fronteras de nuestro país. Caldereta de cabrito, migas y vinos importados de la zona. Sobre las mesas del restaurante La Trastienda, donde posteriormente se celebró el almuerzo, no faltó nada característico. Allí los integrantes de la asociación tuvieron su primera toma de contacto. Eran cerca de 300, pero seguramente en poco tiempo sean muchos más. Extremadura es, junto a Andalucía y Galicia, la región con más emigrantes. Entre 700.000 y 1.000.000, según Miguel Casado. Será cuestión de tiempo que el importante núcleo residente en las Pitiüses se conozca entre sí. Iván Muñoz