Barcelonés de nacimiento, Toni Riera pasaba unos días en Eivissa cuando Ricardo Urgell, dueño de Pachá, enterado de que era fotógrafo le pidió una foto para promocionar la discoteca. Se le ocurrió sacar la fachada del hotel Montesol con gente asomada vistiendo las ropas hippies de la época. Gustó tanto que no sólo le valió ganarse la confianza del grupo para seguir colaborando durante años, sino que ahora se ha convertido en uno de sus símbolos, reproducida en postales, pósters y todo tipo de formatos. Junto a ella, otras muchas imágenes que reflejan el espíritu de una isla bohemia, libre, sensual. Como los dos rostros de hombre y mujer en blanco y negro que muerden sugerentemente dos cerezas en color. O esa joven de pelo largo y ropas con flecos que coge de la mano a una niña. Ahora lo más importante de su obra se recoge en el hotel Pachá. Fotos de ayer y de hoy que reflejan el cambio estético que ha habido en la isla y como la marca se ha adaptado a las tendencias sin perder la esencia que la caracteriza. I.M.