Un libro reproduce una casa y todos sus recovecos al abrir sus páginas. Fotos: MARCO TORRES













Gatos y perros, monos y tigres, hadas y ogros. Todos comparten espacio en la divertida exposición que la biblioteca ofrece hasta el próximo día 15.

Un elefante saluda haciendo sonar su trompa mientras un mono se balancea entre ramas con gesto simpático. El tigre parece venir hacia nosotros emitiendo un rugido, pero no nos hace daño. Como el resto de estos animales, es de cartón. Uno más de los muchos que habitan en los libros para niños expuestos desde ayer en Can Ventosa. No son cuentos cualquiera, son tridimensionales. En sus páginas tienen elementos en relieve que hacen más divertidas y amenas las ya de por sí simpáticas historias que en ellas se cuentan. Texturas distintas al papel que convierten la lectura en un juego con el que el niño aprende a la vez que pasa un buen rato: cartulina, tela, plásticos e incluso sonidos para complementar la información. Hadas, animales domésticos y granjas cobran vida en estos cuentos donde las estaciones pasan en sólo una hoja con un movimiento de dedo. «Cada año hacemos una muestra temática de cuentos infantiles y este año vez los hemos elegido en formato tridimensional. Aprovechamos que se han acabado los exámenes de septiembre y que tenemos más sitio y tranquilidad en la biblioteca para que los niños puedan ir», señala Fanny Tur, directora de la biblioteca de Can Ventosa. Aunque reconoce que cada vez se prestan más audiovisuales, Fanny cre que los libros siguen teniendo su encanto. Una buena alternativa en una época en la que las películas y los videojuegos parecen haber conquistado el tiempo de ocio de los pequeños.

Hasta el 15 de septiembre estará abierta esta exposición. Una oportunidad única para adentrar a los niños en el placer de la lectura y hacer que aprendan a leer a la vez que reciben otro tipo de estímulos visuales, sonoros y táctiles.

Iván Muñoz