EUROPA PRESS/R.L.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) de Eivissa, Toni Pomar, consideró ayer que la escasez de centros y el elevado número de alumnos por aula son los principales problemas de cara al curso escolar que comienza. Según Pomar, el curso 2005-2006 comenzará con una media de 25 alumnos por clase, el máximo permitido por la ley, «pero durante el curso pueden aumentar hasta 27 y 28», lo que va «en detrimento» de la enseñanza y «dificulta especialmente» la atención a los alumnos de integración. Especialmente grave es, a su juicio, el caso del municipio de Eivissa, donde no se ha construido ningún colegio desde hace doce años, lo que ha obligado a habilitar nuevas aulas en los colegios en perjuicio de otras instalaciones. A esto se suma que durante todo el verano se han ido recibiendo peticiones de escolarización fuera de plazo en las Pitiüses que la delegación de Educación tendrá que resolver en los próximos días.

La situación, sin embargo, mejorará este curso con la apertura del colegio de S 'Olivera en Puig d'en Valls, Santa Eulària, pero «a pesar de ello la demanda continúa siendo en este municipio mucho mayor que la oferta», indicó Pomar.

Además, el presidente de la Federación de Padres denunció que desde el Ayuntamiento de Eivissa se insiste en que no hay solares disponibles, y aunque los hubiera la FAPA calcula que serán necesario que pasen como mínimo tres años más para contar con un nuevo centro.

Las asociaciones de padres y madres de alumnos han reclamado, «con la intención de paliar estas carencias», que se aumente el número de profesores para poder llevar a cabo desdoblamientos y clases de refuerzo en los centros educativos.