Tras dispararse el interruptor de un grupo de la central de Eivissa, Gesa actuó inmediatamente bajando la tensión de la carga, lo que provocó que los usuarios se quedaran sin suministro durante un rato.

El incidente que dejó sin electricidad a Eivissa y Formentera, en algunos casos durante cerca de una hora y media, se produjo a las 8,36 horas. En ese momento, y según explicó la portavoz de Gesa Endesa en Balears, Magdalena Frau, «se disparó un interruptor de un grupo de la central de Eivissa». Inmediatamente se actuó bajando la tensión de la carga para evitar que se dañara ninguna línea o se rompiera ningún equipo, lo que provocó el apagón generalizado hasta que se consiguió que la frecuencia del sistema se estabilizara. Formentera también se vio afectada, a pesar de no sufrir ninguna avería, al estar interconectada con Eivissa por un cable submarino. Paulatinamente se fue restableciendo el suministro por zonas, «ya que técnicamente es imposible dar carga a la vez», explicó Frau. En estos casos Gesa establece un orden concreto en el que tienen prioridad las líneas de suministro esencial como pueden ser semáforos y hospitales, así como otros servicios públicos, dejando en último lugar las líneas rurales con pocos clientes. El servicio se consiguió restablecer por completo en las dos islas a las 10,05 horas, aseguró Gesa.

El apagón pasó casi completamente desapercibido en el aeropuerto de Eivissa, donde «inmediatamente se pusieron en marcha los generadores que dan soporte cuando se producen estos casos», según explicó Aena. Las consecuencias del corte eléctrico apenas se notaron en el hospital Can Misses donde en pocos minutos «se activó el grupo de emergencia para poder seguir funcionando con normalidad», como se aseguró desde la Gerencia.

Sin embargo, el apagón sí que se hizo notar en instituciones como el Consell Insular, donde durante más de media hora no funcionaron los ascensores. Entre treinta minutos y una hora y media tuvieron que esperar los ayuntamientos de las dos islas para poder utilizar de nuevo ordenadores, impresoras, faxes y teléfonos. A causa del corte de suministro los bomberos tuvieron que intervenir en un edificio de la calle San Cristóbal, en Eivissa, para rescatar a una mujer de un ascensor en el que estuvo encerrada cerca de un cuarto de hora.

Todavía se desconoce lo que motivó que saltara el interruptor de la central de Eivissa, aunque la portavoz de Gesa ya aclaró que «el momento en que se produjo el corte no era una hora de máxima demanda eléctrica». Por su parte, la Conselleria balear de Comerç, Indústria i Energia informó ayer de que la Direcció General d'Indústria abrirá un expediente informativo para determinar con exactitud las causas y el alcance de la interrupción del suministro eléctrico y, en su caso, concretar y exigir las responsabilidades que sean oportunas. Un técnico del departamento se desplazó ayer a Eivissa para seguir las investigaciones y se ha convocado una reunión del comité de seguimiento energético.