La Asociación Ibiza Ecologic, fundada en 1996 y conocida por el sello del corazón verde, ha puesto en marcha junto a otro grupo de gente una campaña para tratar de evitar la urbanización de Benirràs. Este colectivo pretende enviar el mayor número posible de 'cartas verdes' el Ayuntamiento de Sant Joan para pedir a su alcal que solicite al Ministerio de Medio Ambiente la compra de los terrenos afectados por el proyecto.

A través de la página web www.greenheart.info/benirras se puede descargar un modelo de carta que cualquiera puede personalizar y enviar al Ayuntamiento. Los que no tienen Internet pueden recoger la carta en otros puntos, como Herbolario, en Santa Eulària; Ecolandia, en Sant Antoni; Out of Time, en Eivissa o Libro Azul, en Santa Gertrudis. Piden que las cartas se envíen certificadas antes del día 30, fecha limite para la presentación de alegaciones al avance de las Normas Subsidiarias de Sant Joan.

Ese mismo día, Ibiza Ecologic hará entrega en el Consistorio de todas aquellas cartas recogidas en mano y, según explica Ana Digón, vicepresidenta de Ibiza Ecologic, «se hará algo visual e impactante para que tenga repercusión». La vicepresidenta de Ibiza Ecologic recuerda que hace unos años el GEN y Amics de la Terra ya recogieron 3.000 firmas en defensa de Benirràs.

El Plan Territorial Insular (PTI) contempla la ejecución del viejo Plan Parcial que quedó en suspenso con la moratoria del gobierno del Pacte. Este proyecto urbanístico, que data de 1986, cuenta actualmente con todos los trámites administrativos previos a la obtención de licencia aprobados. El PTI limita la edificabilidad de este Plan Parcial en un 25%, aunque, pese a esta restricción, se podrán construir algo más de un centenar de apartamentos y chalés.

Ante la amenaza de la urbanización de este paridisíaco enclave de la isla, este colectivo se ha puesto manos a la obra para tratar de hacer algo, según dice Digón. Al comprobar que todo el proceso administrativo ya está cerrado, llegaron a la conclusión de que una de las pocas alternativas que quedan para evitar el proyecto pasa por la compra de los terrenos. Como el Ayuntamiento no tiene capacidad económica para hacer frente a una operación de esta envergadura, los creadores del sello verde piensan en el Ministerio de Medio Ambiente. El Govern balear no incluye la zona de Benirràs en el listado de terrenos propuestos al Ministerio de Medio Ambiente para su compra, algo que precisamente ya ha sido criticado por el Partit Socialista de les Illes Balears (PSIB).