Como ya ocurrió en reiteradas ocasiones cuando se instalaron los bolardos, el nuevo sistema de control de acceso a Dalt Vila quedó en la medianoche de ayer inutilizado a los pocos días de su puesta en funcionamiento a consecuencia de un acto vandálico. En esta ocasión, el responsable, J.C.E.G., nacido en 1967 en Barcelona y residente de Sant Antoni, fue detenido por la Policía Local, que fue avisada por el vigilante de la caseta, que informó a los agentes de que un conductor que había intentado subir sin autorización al barrio se había encarado con él insultándole.

Tal como explicó en un comunicado el Ayuntamiento de Eivissa, después de amenazar al vigilante, J.C.E.G. se montó en su coche y partió, pero después de un rato regresó caminando e intentó agredir al controlador, motivo por el que éste se encerró en la garita. Después, el hombre envistió contra la barrera que impide el paso de los vehículos, la rompió y sin más dilación se fue andando a Dalt Vila.

Mientras el vigilante explicaba el incidente a la Policía Local, vieron que una persona bajaba caminando con un colchón tras el que intentaba ocultar la cara. A pesar de ello fue reconocido y detenido por los agentes. El responsable del incidente pasó ayer mismo a disposición judicial, después de que el Consistorio lo denunciara ante el juzgado con la intención de que pagara los destrozos provocados y diese cuenta de su comportamiento. Se le impuso una multa de elevada cuantía.

Desde primera hora de ayer operarios del Consistorio se pusieron a trabajar para arreglar la barrera, que quedó operativa a las 10,30 horas, a pesar de que se habían producido desperfectos en el sistema eléctrico. El nuevo método de control está operativo cada día desde las once de la mañana hasta las tres de la madrugada.