El Pacte Progressista del Consell reclamó ayer al PP que «no siga mirando para otro lado» ante la «crisis turística» y que se siente a la mesa con todas las partes implicadas para buscar soluciones urgentes con el fin de afrontar «una situación cada vez más preocupante». La consellera Patricia Abascal abogó por «replantearse el modelo turístico actual» y acabar con la «mala imagen» asociada principalmente «al ocio nocturno, el sexo, las drogas y el deterioro medioambiental» que han cosechado las Pitiüses en los últimos años, y que, según el Pacte, «viene derivada de una actitud de pasotismo por parte de las autoridades». Para el Pacte, «sólo la Administración Central ha sido capaz de sentar a la mesa a los sectores implicados para hablar sobre el tema de drogas». Los progresistas consideran que no «puede ser que el turismo joven sea el mayoritario de las islas, desplazando al turismo familiar, y limitando la temporada a los dos meses y medio que están abiertas las discotecas». Abascal ofreció la colaboración del Pacte e insistió en «el PP tiene que reconocer que estamos viviendo una situación complicada y asumir su responsabilidad».

Por su parte, el conseller Vicent Tur señaló que «el principal problema es que el PP y su entorno han simplificado el problema» achacando la mala situación turística a «la ecotasa y a las carreteras en mal estado», cuando se «trata de una cuestión muy compleja» en la que hay que tener en cuenta aspectos como «las infraestructuras, no sólo las carreteras que tienen levantadas en pleno verano; la limpieza, la conservación del paisaje o la oferta hotelera». En este sentido, sacó a relucir «el problema del todo incluido» y criticó «la excesiva tolerancia y el incumplimiento de la normativa especialmente por parte de los ayuntamientos en temas como los horarios de cierre de los establecimientos nocturnos».